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Open de Australia: la segunda cuarentena de Nadal

Rafa va a arrancar el torneo con molestias en la espalda. Djokovic es el favorito en un torneo en el que el español puede superar los 20 Grandes de Federer

Rafa Nadal ejecuta un servicio en el Rod Laver Arena
Rafa Nadal ejecuta un servicio en el Rod Laver ArenaJASON O'BRIENEFE

La tierra de Nadal, el jardín de Federer y el patio de Djokovic. El Open de Australia arranca con el serbio otra vez como favorito en busca de su noveno título y con una edición en la que se mezclan la burbuja sanitaria con las cuarentenas y que deparan un torneo lleno incógnitas. En Melbourne será la primera oportunidad de Rafa para superar los 20 Grandes del suizo, pero eso a Nadal y a su entorno les pilla demasiado lejos. Como la lucha por el número uno o incluso mirar a la segunda semana del torneo. Ahora lo que preocupa esla espalda del número dos del mundo. El español llegó a Adelaida a mediados de enero, pasó una cuarentena apacible, a diferencia de los 72 confinados que estuvieron en Melbourne desde el principio, pero su espalda le está provocando una segunda cuarentena. “Hasta hace unos días casi todo era perfecto. Había hecho una pretemporada muy progresiva y estaba con confianza. Sin embargo, desde que pasó esto -antes del partido de exhibición con Thiem el viernes 29 de enero-, la confianza se ha convertido con el paso de los días en problemas”, aseguró Rafa horas antes del arranque del torneo.

La lesión está lejos de la gravedad de otros problemas físicos de Nadal, pero le resulta especialmente molesta cuando saca. Y eso en una pista rápida y resbaladiza, como ha dicho Thiem, es un hándicap serio. “Cuando saco tengo un músculo que se tensa y no me permite hacer el movimiento con libertad, por lo que no puedo forzarlo. Hoy me he entrenado y las sensaciones han sido un poco mejores, pero he notado que se iba cargando. No obstante, llevo un buen bagaje detrás. Si no me limita en cuanto a libertad de movimientos y gano partidos, puede que recupere la confianza”, asegura el ganador en Australia hace doce años.

Uno de los mandamientos de Rafa en los Grand Slams, lo de ir de menos a más e ir sumando victorias para aumentar la confianza, es ahora una obligación. El sorteo del cuadro al menos fue amable. Debutará a las cinco de la madrugada del martes ante el serbio Laslo Djere, número 56 del mundo, que sólo ha disputado cuatro partidos en un Grande y que es un especialista en tierra. Luego sería el turno de otro serbio, Víctor Troicki (202) y en tercera ronda aparecería el británico Daniel Evans (33). Una primera semana perfecta para rodarse y que la espalda deje de dar problemas

Djokovic, que tiene garantizado conservar el número uno del mundo al final del torneo pase lo que pase, llega después de haber entrenado los primeros días del año en Marbella y haber disputado cuatro partidos en la ATP Cup. “Me siento como en casa. Tengo una bonita historia de amor con Melbourne, algo parecido a lo de Rafa con París”, asegura. Las grandes amenazas para impedir su noveno triunfo son Dominic Thiem y Daniil Medvedev. El austriaco, verdugo de Nadal hace más de un año en cuartos, le llevó hasta el quinto set en la final de 2020. El ruso ha levantado los dos últimos torneos importantes que se han disputado. Ganó el Masters y con Rusia se paseó en la final de la ATP Cup ante Italia.

Como en el tenis español hay vida más allá de Rafa, Bautista y Carreño, semifinalistas en la ATP Cup, son las alternativas. El torneo también servirá para que Feliciano López se convierta en el primer jugador de la historia que disputa 75 Grandes seguidos y para que Carlos Alcaraz se estrene en un “Major”. El sueño con 17 años del que muchos apuntan como “nuevo Nadal” es poder alcanzar la tercera ronda donde se mediría con Tsitsipas.