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Mbappé no necesita a Messi

El delantero francés marcó tres goles en el Camp Nou y gritó con su actuación que el PSG no necesita a Leo

Mbappé celebra su segundo gol
Mbappé celebra su segundo golJoan MonfortAP

Fue Ronaldo antes de que existiera Cristiano y «El Fenómeno» después de Fernán-Gómez. El 14 de febrero se cumplieron diez años de la retirada de Ronaldo Luiz Nazario de Lima, el futbolista que asombró al mundo antes y después de romperse la rodilla varias veces. Pero su fútbol volvió a verse en el Camp Nou más de veinte años después de que el estadio azulgrana fuera su casa.

A Kylian Mbappé ya no le hace falta compararse con nadie. Desde hace tiempo es uno de los mejores jugadores de Europa y estrella de la selección campeona del mundo, pero por un momento pareció una reencarnación del Ronaldo primitivo. Mbappé se hizo más grande todavía en terreno de Messi.

En tiempos en que se discute el futuro del argentino, que puede estar en Barcelona o en París, Mbappé pareció levantar la voz para decir que no le hace falta compartir vestuario con Leo. Él solo se encargó de dar la vuelta a un partido que se le había complicado al PSG con el gol de Messi de penalti. En el gol del empate demostró su capacidad para evadirse en los espacios cortos. Dentro del área, y acompañado por la suerte, se fue de Lenglet y de Piqué, que no se atrevió a meter la pierna, para liquidar con tranquilidad a Ter Stegen.

En el segundo demostró su dominio de los espacios y de la carrera sin necesidad de exhibir esa potencia en la conducción que lo hace imparable. Nadie en el siglo XXI había conseguido marcar dos goles o más al Barcelona en el Camp Nou en Liga de Campeones.

Pero Mbappé no es un jugador cualquiera. Hace años que se busca un heredero para Messi y Cristiano, alguien que asuma la condición de mejor jugador del mundo cuando ellos dejen de ser lo que son. Ese momento no está lejos, pero el heredero ya está aquí. Se exhibió en el Camp Nou ante unas gradas vacías. Sin la presión que suponen los aficionados rivales, pero también sin la motivación que acompaña a la presencia de público.

Se puso 1-2 en su marcador particular con Leo, pero no quiso frenarse ahí. Acompañó otro contragolpe ejemplar del equipo de Pochettino y, de primeras, colocó la pelota en la escuadra, inalcanzable para Ter Stegen, tras la asistencia de Draxler.

«Kylian es un gran futbolista y hoy lo ha demostrado aquí marcando un hat-trick y, sobre todo, con la implicación y el compromiso que ha mostrado con el equipo en tareas defensivas. Un jugador como él siempre está en el foco, pero para el equipo ha hecho un gran esfuerzo no sólo por los tres goles, que han sido brillantes, sino por cómo ha trabajado y cómo ha tenido esa conciencia para ayudar al equipo cuando el Barça nos ha empujado a defender bajo», reconocía Pochettino tras el partido.

¿Cuántas veces has ganado aquí?”, contaba Pochettino que le preguntó Mbappé en el último entrenamiento sobre el césped del Camp. “Una”, dijo el técnico. “Mañana van a ser dos”, le advirtió el futbolista, que cumplió su palabra y marcó tres goles en el Camp Nou.

El futuro de delantero francés está tan oculto como el de Messi, pero su presente es mucho más feliz. Abandonó el césped con el balón en la mano y una sonrisa en los labios. Bromeando con su compañero Tilo Kehrer camino del vestuario. Consciente de que había hecho uno de esos partidos que marcan la carrera de un futbolista. Le acusaban de estar bajo la sombra de Neymar, pero Mbappé asume la crítica con naturalidad. «A todos los jugadores se les critica, incluso a los más grandes. No juego para cerrar bocas sino por el placer de jugar», reconoce.