Champions League

Fútbol

Militao y las dos preguntas claves para Zidane en la vuelta del Real Madrid-Chelsea

El gran partido del central brasileño puede hacer que el entrenador blanco se planteé un nuevo plan para el choque de Londres de la Champions

Militao fue de los mejores del Real Madrid contra el Chelsea
Militao fue de los mejores del Real Madrid contra el ChelseaAFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

Hace sólo unas semanas, Militao dio un mal pase a Modric y se pasó cinco minutos pidiéndole perdón, pero Modric ya estaba a otra cosa, pendiente del partido. Los futbolistas están hecho de una pasta especial y si fallan o se equivocan, no miran para atrás porque estarían así todo el partido.

Eso sucedió hace unas semanas. Contra el Chelsea, se oía a Sergio Ramos, como todos los partidos, gritar desde la grada, pidiendo posesiones más largas, animando a Vini para que corriese; se oía a Casemiro pidiendo la pelota constantemente y se oía, quizá por primera vez, a Militao exigir al resto de compañeros no dar un paso atrás: “No más atrás”, decía cuando el Chelsea quería empujar al Madrid y la tendencia del equipo era retroceder. Militao pedía un esfuerzo y un poco de valentía para dominar un partido en el que durante media hora el Madrid estuvo grogui.

Ya no es el futbolista que solicita perdón a los compañeros si se ha equivocado, ahora es el que les llama la atención para dar la vuelta a una situación peligroso.

Le ha costado conseguir esa jerarquía y demostrar esa personalidad en el campo, pero es verdad que nunca ha sido el más rápido para adaptarse a las circunstancias. Ni siquiera para ser jugador de fútbol. Le costó entender que iba en serio y que podía llegar a ser alguien. Su padre había sido futbolista, pero él no tenía ninguna prisa. Había demasiadas cosas que hacer antes de ser futbolista: Todos se sorprenden, no me gustaba el fútbol. Mis diversiones eran jugar con la cometa, andar en bicicleta, correr por la calle, el fútbol era lo último que pensaba en hacer. Incluso mi padre dijo que no creía que me convertiría en jugador”, ha reconocido en alguna entrevista. Si jugaba con los amigos, se pedía ser portero, que es, normalmente, la posición que escogen los que creen que se está perdiendo el tiempo y mientras no les llega la pelota, pueden pensar en otras cosas.

Por un amigo de su padre hizo las pruebas en el Sao Paulo y puede que la poca exigencia con la que iba, la indiferencia que mostraba con el fútbol, fuese su mejor ayuda: “Fui sin ninguna expectativa. Pasar o no, me daba igual, pero pasé. Incluso me sorprendió”, ha contado para explicar que no fue hasta los 16 años cuando empezó a tomarse el fútbol en serio.

La tranquilidad, la paciencia es un modo de tomarse la vida. Por eso se ha tatuado esa palabra en inglés (patience) en la nuca, porque revela su manera de afrontar el fútbol. Cuando no jugaba en el Real Madrid y le preguntaban por eso, respondía sin perder la calma: “Esta etapa en el Real Madrid es de aprendizaje, de evolución”. Pero era fácil perder la paciencia: apenas tenía minutos y los que tenía parecía un jugador superado por el nombre del club, como a tantos otros le ha pasado. Los 50 millones que el Madrid había pagado de traspaso al Oporto eran como haber tirado el dinero. El club diseñaba un futuro para la defensa y no contaba con él como titular. Ni siquiera lo hacía Zidane, que cuando perdió a Ramos en enero, eligió a Nacho como acompañante de Varane, por delante del brasileño. El pobre rendimiento de Militao era, sin querer, un arma de renovación para Sergio Ramos. Era él o la nada.

El fútbol es cambiante. Tras el choque contra el Chelsea y tras esta serie de partidos en los que ha sido titular, los aficionados blancos plantean un hipótesis en las redes. Si Ramos ya está listo para la semana que viene, ¿tendría que jugar?, y si la respuesta es sí, ¿tiene que hacerlo Varane? Es decir, ¿no tiene que ser Militao el titular?

El francés ya no es la apuesta de futuro del Real Madrid como jefe de la defensa si no está Ramos porque su conferencia de Prensa antes del choque contra el Chelsea fue bastante claro. Hasta tres veces le preguntaron si iba a seguir en el Real Madrid y ni una vez dijo que quería quedarse.

A sus 23 años, Militao se ha hecho el sitio.