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El día más esperado de Simeone

Atlético y Real Madrid pelean por ser el primer equipo de la capital y de España. Una temporada en 90 minutos. El segundo no existe

Simeone, durante el últim o entrenamiento del Atlético
Simeone, durante el últim o entrenamiento del AtléticoSUSANA VERAREUTERS

Siete años de espera lleva el Atlético para vivir un día como éste, para encontrar un gol que sustituya en la memoria a aquel de Godín en el Camp Nou que le dio el título de Liga en 2014. Los rojiblancos buscan un héroe nuevo, aunque en realidad llevan años enganchados al mismo, Diego Pablo Simeone. Ídolo como entrenador y como jugador. Héroe insustituible en el colectivo rojiblanco.

El Cholo disimula para esconder un día único detrás de la rutina. «Hemos trabajado como todas las semanas», dice. Pero sabe que se trata de una semana única, la que lleva a un título de Liga que el Atlético sólo ha ganado en diez ocasiones en sus 118 años de vida.

Simeone pretende acortar los plazos. El Atlético gana una Liga cada once años y él busca la segunda en siete. Por eso sí admite que se trata de «una final donde dos equipos luchan por diferentes objetivos, pero muy importantes para los dos». «Y los dos se dejarán la vida para luchar por sus objetivos», admite.

El Valladolid se juega el descenso y no depende de sí mismo para no caer a la Segunda División. El Atlético sí depende de sí mismo. Sólo necesita ganar para levantar la Copa y no quiere mirar hacia el partido del Real Madrid. «Siempre hemos buscado resolver nuestro partido, que es lo único que nos ocupa y es lo único que es responsabilidad nuestra», asegura. Aunque el Atlético alcanzó su mejor rendimiento contra Osasuna cuando vio la Liga perdida.

El técnico ha trasladado su personalidad a su equipo y cuando el Real Madrid ganaba y el Atlético perdía fue cuando se vio lo mejor de los rojiblancos, que dieron la vuelta al partido y a la Liga que se les escapaba.

Simeone es el ídolo que veneran los rojiblancos, aunque en el césped son otros los que lo representan. Futbolistas como Koke, de corazón atlético de nacimiento, o Luis Suárez, que pone el mismo nervio que ponía su entrenador en el campo.

El uruguayo, además, es el máximo goleador del equipo. Ha marcado 20 goles en la temporada y ha recuperado el acierto en el momento decisivo, en el último partido ante Osasuna, después de cino partidos sin marcar.

Suárez es un ejemplo del efecto que produce Simeone en sus jugadores. No ha dudado de él a pesar de la falta de acierto en el remate. «Entramos en la zona Suárez», dijo antes del último encuentro. Y el uruguayo, después de varios fallos, acertó en el momento apropiado.

Eso es lo que tiene que hacer el Atlético en Valladolid. Sólo necesita un golpe para vivir de nuevo lo que ya vivió hace siete años en el Camp Nou.