Entrevista
Gedeón Guardiola, capitán de los Hispanos: “La capacidad de sufrimiento de este equipo es increíble”
Líder de la defensa y ahora capitán de la selección de balonmano, reflexiona sobre el gran papel de España, en pleno relevo generacional, en el Europeo antes de afrontar el gran reto de Dinamarca en semifinales
La selección de balonmano está en pleno cambio generacional. Pero hay cosas que no cambian: que llegue a semifinales del Europeo (viernes 28 de enero, ante Dinamarca, 18:00 Tdp) y que Gedeón Guardiola (Petrer, 37 años) sea el líder de la defensa. Ahora, además, es el capitán.
¿Pensó en dejar la selección, como otros veteranos?
En realidad no lo dejaron, siguen en activo, sólo lo ha dejado Raúl [Entrerríos, que se retiró]. Jordi está haciendo el cambio generacional, aún los tiene en cuenta, como hemos visto con Dani Sarmiento. Yo estaba ahí también, pero Jordi ha pensado en mí, y estar en una liga alemana tan competitiva me ayuda a tener un buen nivel para seguir en la selección.
¿Fue liberadora la medalla en los Juegos de Tokio?
Sí, sí. La medalla olímpica fue para nosotros lo máximo, la espinita clavada después de haber quedado fuera de Río 2016 en un momento muy bueno del equipo. Eso también nos hizo ir a todas las competiciones a tope, poder optar a ganar campeonatos y, mira, la medalla olímpica también es fruto de todos esos años trabajando duro para volver a disputar los Juegos. Creo que todos los jugadores nos merecíamos ese bronce por el trabajo de tanto tiempo.
Son seis semifinales seguidas en Europeos, luchando por las medallas en casi todos los torneos...
Es un hito difícil de igualar. Estar todos los años ahí es complicado y quiere decir que el trabajo en todos los ámbitos, federación, entrenadores y jugadores, es bueno. Con Valero y Manolo llegábamos también a semis, y ahí siempre es un partido muy complicado donde están los cuatro mejores equipos de Europa y podríamos decir del mundo, el nivel es muy alto. Con Jordi hemos logrado ese broche de oro que tanto nos costaba.
¿Era distinta la mentalidad al comienzo de este Europeo, por el cambio generacional?
Al principio es verdad que después de tantos éxitos, la gente debe ser consciente de que tienen que venir malos momentos, para después coger impulso para adelante otra vez. Pero los chavales nuevos han venido con muchísimas ganas, han demostrado un buen nivel en estos campeonatos, que no es fácil cuando vienes de primeras, y el equipo ha sabido adaptarse a todas las circunstancias, de covid, lesiones, el pabellón, entrenamientos mucho más duros...
Que llegara un bajón digamos que podría formar parte de un ciclo natural.
Exacto, y si no viene este año puede ser el siguiente. Lo que sí hemos demostrado es que en los momentos malos... La capacidad de sufrimiento de este equipo, tanto dentro como fuera, es increíble. No puedo compararla con la de otras selecciones porque no estoy dentro de ellas, pero la capacidad de sufrimiento que tenemos nosotros en la pista y que hemos podido ver este año con resultados tan ajustados, creo que es envidiable por otras selecciones, seguramente.
¿Cómo se mantiene la calma en esos finales apretados?
La calma no puedes tenerla muy controlada, porque son momentos muy tensos en los que a lo mejor te juegas el pase a semifinales, entonces se intenta que todo el mundo aporte, hay que creer en el trabajo que hemos hecho durante todo este tiempo. La preparación este año ha sido muy dura en el sentido de que como venía gente joven hemos entrenado mucho tiempo y muchos conceptos, y en eso hay que basarse en las situaciones apuradas, en los momentos tan complicados que hemos pasado entrenando, para que cuando llegue ese día lo tengamos controlado. La preparación ha estado muy bien planeada por parte de Jordi, porque ha hecho que la gente pueda sufrir un poquito más y en momentos complicados.
Los nuevos se han adaptado rapidísimo...
Yo creo que hay dos factores: que vienen de abajo trabajando también igual y han tenido éxito en categorías inferiores con la selección, y ya conocen un poco más el ámbito de la presión y lo que significa jugar una semifinal, una final; y luego que el grupo humano en general, los veteranos, los jóvenes, es muy bueno y es fácil adaptarse porque el ambiente es buenísimo tanto entrenando como compitiendo, el compromiso y el saber estar.
Usted es ahora el capitán.
Mi papel deportivo no cambia nada, sigo siendo el jugador defensivo que ayuda a los demás en todos los ámbitos. Y fuera hablo más con Jordi, con Barru [David Barrufet], con Juan Caamaño, que son los delegados, para intentar que el equipo esté cómodo y tenga las mayores comodidades y un campeonato lo más tranquilo posible; que el ambiente sea normal. Pero con esta gente es muy fácil.
¿Es divertido defender?
Sí, la defensa tiene que ser actitud, la actitud de un jugador en querer recuperar el balón para no te hagan el gol y para que otro compañero o tú mismo puedas hacer el gol siguiente. Creo que el jugador que disfruta defendiendo es uno de los mejores jugadores de ataque, es decir que si disfrutas defendiendo y lo haces bien, el equipo irá hacia delante y podrá hacer goles. Yo disfruto mucho que me halaguen que se ha defendido bien. Es mejor a que den un MVP por meter diez goles.
Ya no está Viran Morros. Peciña es su nuevo compañero en defensa...
Muy bien, ya lo conocía, jugamos juntos muchos años en Pamplona, en el Portland San Antonio. Es súper buena persona, un gran profesional, ha mejorado su físico un montón y sé que se emplea al máximo en todos los entrenamientos y en todos los partidos, y tengo mucha confianza en él porque sé que si fallo un uno contra uno me va a ayudar, o si necesita él ayuda yo le digo que voy a estar ahí. La complicidad que tenemos es buena y creo que Jordi y el equipo están contentos porque hasta ahora hemos tenido un buen nivel defensivo en 6-0.
¿Ha terminado ya la carrera de Psicología?
No, no. Sigo con ella, ahora se me ha complicado la cosa y no me he podido presentar a los exámenes y lo he dejado para julio, pero tengo ya casi dos años hechos y estoy contento. No me desanimo por suspender o no presentarme, es un objetivo que tengo marcado y voy a seguir.
¿Qué le atrae de esa carrera?
Si lees a algunos psicólogos, muchos lo son porque quieren ayudar a la gente, y a mí me llamó la atención, como cuando hice el coaching deportivo, el ayudar a deportistas, creo que la capacidad mental de un deportista es muy importante y cuando llegas a alto nivel el trabajo psicológico es muy importante y no se trabaja tanto. Muchas herramientas que aprendí cuando hice el coaching las sigo aplicando. Se está evolucionando en eso para mejorar los rendimientos personales. Pero en cada asignatura descubro cosas nuevas, en psicología educativa, psicología clínica... No tengo todavía ninguna orientación.
¿Aplica algo de lo que aprende en la pista?
Me lo aplico a mí, cuando leo libros de psicólogos, de pensadores... Aplicarlo en un equipo es difícil porque a lo mejor hay jugadores que no creen en eso y es fundamental dejarse ayudar.
¿Qué me dice de Dinamarca?
Nos tiene bien cogida la medida y vamos a ver...
Pero les ganan por poco...
Es verdad, pero al final siempre se lo llevan ellos, y da la sensación de que son imbatibles, de que no puedes ganarles, pero es verdad que si miras el partido son detallitos y a lo mejor algún día se inclina hacia nosotros.
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