El Barcelona podrá defender su corona tras exhibirse ante el Kiel en la segunda parte (30-34)

Lo que empezó siendo una tortura, un partido jugado al límite, equilibrado no, lo siguiente, uno arriba para el Barça, empate, uno arriba para el Kiel, nadie se escapaba, había demasiados goles para los intereses del equipo español... Terminó siendo una exhibición de los chicos de Antonio Carlos Ortega. En la segunda mitad se juntó todo lo bueno que tiene el defensor del título: la dirección de Cindric, la aparición de N’Guessan (Mem ya lo había hecho), los goles de Langaro, la defensa, las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas, por fin, tras un comienzo en el que le costó... Y todo eso a la vez fue demasiado. El primer amago de escapada fue en los cinco minutos posteriores al descanso, 23-20, pero dos exclusiones casi seguidas, de Fábregas y Petrus, dieron un respiro a los alemanes, que se volvieron a acercar. Era una lucha de gigantes y el Kiel somete a mucha presión, jugando constantemente con siete, con el riesgo de dejar la portería vacía, lo que se puede pagar con goles fáciles en contra, como sucede si el rival logra defender bien.

El Barça consiguió controlar los balones a Wiencek, el habitual tipo duro de la defensa que estaba haciéndose hueco y fusilando; y los tiros de Reinkind y Weinhold. Y en todo momento estuvo en el encuentro Aleix Gómez. Antes de empezar, le dieron el premio de mejor extremo derecho de la competición. Después demostró por qué. Acabó con 12 goles. Su finalización es impecable, tanto en juego, con la paciencia que hay que tener en su puesto, esperando el momento, agazapado para participar en el momento justo y marcar al ángulo largo, con habilidad... Como desde los siete metros. Un giro de muñeca, un tiro liftado, otro fuerte. Si la calidad tuviera un rostro sería el suyo. Y eso que delante estaba Landin, el portero danés, el ogro otras veces del Barça, de la selección española, de todo el que está enfrente, en realidad, pero en esta semifinal terminó superado por todos lados.

El campeón defenderá su título en el último partido. Desde que el formato de la Champions acaba en una Final Four nadie ha conseguido retener la corona. El Barcelona puede ser el primero, y no lo tendrá fácil, porque enfrente está el Kielce de los Dujshebaev, de Talant, el padre, la leyenda, en el banquillo; y de Álex y Dani, los hijos, en el campo. Derrotaron en su semi al Vezsprem remontando en la segunda parte (37-34). Y, ojo, que el equipo polaco le ha ganado al azulgrana los dos partidos que han jugado esta temporada.

34 - Barça (19+15): Gonzalo Pérez de Vargas (Leo Maciel, m.23 a 28); Áleix Gómez (12, 4p), Dika Mem (4), Ludovic Fábregas (2), Cindric (3), N’Guessan (3), Ángel Fernández (3) -siete inicial-, Thiagus Petrus (-), Melvyn Richardson (-), Janc (2), Ariño (1), Lángaro (3), Ben Alí (1) y Alí Zein (-).

30 - THW Kiel (18+12): Niklas Landin; Ekberg (3,1p), Reinkind (6), Wiencek (7), Weinhold (3), Bilyk (2), Horak (-) -siete inicial-, Myrhol (1), Duvnjak (2), Zarabec (3),Magnus Landin (1), Ehreig (2), Dahmke (-) y Quensted (p.s.).

Árbitros: Nenad Nikolic (Ser) y Dusan Stojkovic (Ser). Excluyeron a Fábregas, (min.29 y 37), Thiagus Petrus (min.37), Ben Alí (roja directa, min.54) y Mem (min.55), por el Barça; y a Wienhold (min.2 y 25), Reinkind (min.18 y 35) y Magnus Landin (min.28), del Kiel.

Incidencias: Segunda semifinal de la Liga de Campeones disputada en el Lanxess Arena de Colonia ante 19.750 espectadores, entre ellos unos 400 seguidores del Barça.