Abuso de Synthol

Muere el “Hulk brasileño”, el famoso fisicoculturista que se inyectaba aceite en sus músculos

Valdir Segato, fallecido a los 55 años, ignoró las advertencias médicas para crear su estética sobrehumana.

Valdir Segato
Valdir SegatoInstagramlarazon

Sus bíceps de casi 60 centímetros lo convirtieron en un fenómeno de las redes sociales. Se hizo conocido como el “Hulk brasilero”.

El fisicoculturista Valdir Segatofalleció a los 55 años de edad, ignorando las advertencias de los médicos y el riesgo de accidentes cerebrovasculares e infecciones mortales que conllevaba su plan para crear su “apariencia sobrehumana”.

Según explicaron sus familiares, Valdir se sintió indispuesto el día de su cumpleaños. Fue trasladado de emergencia a un hospital cercano a su hogar, pero falleció al poco tiempo en el centro médico. El deceso se produjo por un exceso de inyecciones de Synthol.

Obsesión fatal

El sueño de Valdir era ser como sus héroes, nada más y nada menos que Arnold Schwarzenegger y El Increíble Hulk. Y casi lo consiguió, aunque a un coste demasiado alto.

Los médicos le alertaron de los riesgos de una desfiguración o unaprobable amputación pues podría generarle un daño irreparable en los nervios.

El synthol es el resultado peligroso de la mezcla de aceite, lidocaína y alcohol bencílico, la cual permite un aumento inmediato del volumen debido a que funciona como un implante sobre el cuerpo. El uso de esa sustancia aumenta el riesgo de infecciones, fibrosis muscular, tumores, problemas cerebrales y musculares.

Según indicó en una entrevista de la cadena británica BBC, el Hulk brasileño aseguró que optó por ese camino debido a que entrenaba mucho en el gimnasio, pero no consiguió los mismos resultados que otras personas. “Estaba muy flaco, quería ser como ellos”, indicó. Un hombre le ofreció el Synthol en un entrenamiento y así empezó su obsesión mortal.

Valdir además era un reconocido usuario de TikTok en donde llegó a tener 1,7 millones de seguidores de todo el mundo que alucinaban con sus biceps.

No es el único

Pero su caso no es único y muchos culturistas optan por este método sin tener en cuenta que puede llevarles a la muerte. En 2015, otro culturista brasileño, Romario Dos Santos Alve casi paga con su vida intentar ser lo más parecido a ‘El increíble Hulk’.

Durante varios años se inyectó este tipo de aceite en sus bíceps para lograr que éstos crecieran. Aunque el método fue efectivo y tal y como él mismo señalaba al “Daily Mail” finalmente se formaron en sus brazos varias “piedras” de líquido que hubo que extirparle antes de que la única solución fuera amputarle las extremidades.

Al parecer, Dos Santos comenzó a coquetear con esta sustancia cuando trabajaba como guardaespaldas. Por aquel entonces estaba tan obsesionado con llegar a ser un culturista profesional de la forma más rápida posible que decidió inyectarse en sus bíceps Synthol.

“Vi a algunos compañeros en el gimnasio con unos brazo enormes y empecé a entablar amistad con ellos. Al poco tiempo, me hablaron del Synthol”, afirmó el brasileño en declaraciones al ‘Daily Mail’.

Sin embargo, en los meses posteriores se hizo adicto a esta sustancias, que no podía dejar de “pincharse”. “Si lo tomas una vez, te aseguro que habrá una segunda”, explica el antiguo guardaespaldas. Además, el líquido empezó afectar a su cordura (hasta tal punto que trató de suicidarse cuando su mujer estaba embarazada de seis meses) y a su salud, pues el Synthol empezó a solidificarse en sus brazos.

“Cuando vio lo que me sucedía, el médico me dijo que tendrían que amputarme los dos brazos. Mis músculos empezaron a solidificarse hasta tal punto que no podía inyectarme nada en los brazos. Eran como rocas. Me tuve que comprar agujas especiales usadas en toros para poder seguir inyectándome Synthol”, añadió. Por suerte, los especialistas encontraron una solución alternativa y, en lugar de amputarle los brazos, pudieron extirparle los cristales de Synthol que le habían crecido en los brazos.

Kirill Tereshin durante la operación
Kirill Tereshin durante la operaciónlarazonInstagram

Otro caso similar es el de Kirill Tereshin, más conocido como el “Popeye” ruso, al que los médicos tuvieron que operar de urgencia en 2019 y extraerle más de kilo y medio de músculo muerto y tres litros de vaselina (Synthol) en forma de bulto sólido.