Decisivo
Tavares, el MVP gigante que se hizo más grande todavía
El nivel del pívot del Real Madrid es de NBA a día de hoy y es prácticamente imposible de parar en el baloncesto europeo. “Yo trato de ayudar a mi equipo en todo lo que puedo”, aseguraba
Yabusele se besaba el escudo, Sergio Llull dirigía con el megáfono los cánticos de los Berserkers y Tavares se hacía selfies junto a su mujer. La ceremonia de entrega de trofeos ya se había terminado, pero la fiesta de los jugadores y los familiares del Real Madrid seguía en el parqué del WiZink Center. Felicidad y alivio después de una temporada complicada, en la que «hemos vivido de todo», como decía Hanga, emocionado de volver a ganar la Liga Endesa un año después de hacerlo con el Barça. «Muchas gracias al Madrid por traerme aquí. Se nos escaparon dos títulos muy importantes como la Copa y la Euroliga y terminar así la temporada es muy importante», decía el improvisado base madridista en estos «playoffs». Su actuación ha sido una de las decisivas en esta final, aunque ninguna como la de Edy Tavares, que ha marcado la diferencia desde los cuartos de final hasta el momento de levantar el título. «Es un jugador nivel NBA y no tenemos manera de pararlo», decía Spahija después de la eliminación del Baskonia en semifinales. Y en la final pasó un poco lo mismo, que el Barcelona no encontró la manera de parar al de Cabo Verde, un coloso en los dos extremos del campo.
Fue elegido Jugador Más Valioso por unanimidad, porque después de unos clásicos en los que había sufrido con la movilidad de los pívots azulgrana, en los últimos tiempos se ha merendado a los hombres altos de Jasikevicius, con la ayuda de Yabusele, Poirier y Deck. Sin acierto en los triples, el Madrid usó casi todos los sistemas para terminar con el balón en las manos de su «center» , ya fuera para terminar él o que encontrase a otro de los pívots con la asistencia. Hizo 41 de valoración en el partido definitivo, con un doble-doble de 25 puntos y 13 rebotes, además de 7 tiros libres sin fallo.
Lo de su capacidad para defender y modificar los tiros del rival con su amenaza en el tapón ya se sabía, pero ahora además se ha convertido en un gigante también en ataque. «Yo trato de ayudar a mis equipo en todo momento. Mi trabajo es defender. Siempre estoy dispuesto para lo que el equipo necesite e intento mejorar», decía Eddy, que se ha transformado a las órdenes de Laso.
Ya es uno de los referentes de la plantilla, como Causeur, que si no fue el MVP fue porque Tavares juega en su equipo, pero que se encargó de sentenciar al Barça en los minutos finales. «A ver, estábamos un poco atascados, íbamos ganando y había que terminar el trabajo, quería ser agresivo, me gusta tomar responsabilidades, somos un equipazo y cada vez tira uno, y esta vez me tocó a mí», decía este veterano que está pendiente de renovar y cada día cambia un poco más el acento francés por el madrileño. Se ha ganado seguir.
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