A Los Angeles Lakers los partidos se les hacen demasiado largos y con un rival enfrente como los Minnesota Timberwolves más todavía. En el cuarto partido de la serie los californianos cayeron por 116-113 después de varias decisiones desacertadas en el tramo final y de haber tenido ventajas de más de diez puntos. Ahí un dato que resulta revelador: los cinco «titulares» de los Lakers no descansaron un segundo en los dos últimos cuartos. Doncic jugó 45 minutos; LeBron, 46; Hachimura, 41; Finney-Smith, 40 y Austin Reaves, 34. Es la prueba más palpable de la escasa rotación fiable que tiene Redick. Los Lakers jugaron los dos últimos cuartos sin pívot y con cinco jugadores, un baloncesto de hace 45 años.

Y los errores que le costaron el partido y que la serie esté 3-1 para los Wolves fueron fruto del agotamiento. A Doncic no es la primera vez que le sucede y a LeBron, con 40 años, tampoco. James está promediando en la serie más minutos (41) que la edad que tiene y una pérdida suya en el último minuto fue una de las claves de la derrota. Los Lakers pudieron forzar la prórroga con un triple de Reaves que no entró y eso que la circulación de balón es una de sus mejores virtudes.

Doncic acabó con 38 puntos (13 de 28 en tiros con 5 de 12 en triples), un rebote y 2 asistencias. LeBron terminó con 27 (5 de 9 en tiros y 15 de 18 desde la línea de personal), 9 rebotes y 12 asistencias. Hachimura sumó 23 puntos y Reaves aportó 17 puntos y 7 rebotes. ¿Y el banquillo? Dos puntos de Hayes.

Los centímetros, los kilos y la intensidad de los Wolves se llevaron por delante a los de púrpura y oro. Edwards volvió a dar un recital con 43 puntos (12 de 23), 9 rebotes y 6 asistencias. El escolta se salió en el cuarto periodo con 16 puntos para la remontada de Minnesota. Sus desafíos constantes a LeBron y Doncic tienen a los Lakers al borde del ko.