
Olimpismo
Se busca presidente para el Comité Olímpico Internacional
Con más candidatos que nunca, el COI puede ser presidido por primera vez por una mujer. Sebastian Coe es el gran favorito y entre los aspirantes se encuentra Juan Antonio Samaranch Salisachs

El Comité Olímpico Internacional elige a su décimo presidente en 131 años de historia. Y lo hace con más candidatos, siete, que nunca. Entre los aspirantes a suceder a Thomas Bach hay de todo. Juan Antonio Samaranch Salisachs –hijo del que fuera presidente desde 1980 hasta 2001–, el jordano Feisal al Hussein, la zimbabuense Kirsty Coventry, el japonés Morinori Watanabe, el británico Sebastian Coe, el francés David Lappartient y el sueco Johan Eliasch. Dos campeones olímpicos, Coe y Coventry, son los favoritos. Tres presidentes de federación, Watanabe, Lappartient y Eliasch, dos presidentes de comité olímpico, Lappartient y Al Husein, y un empresario financiero español son las alternativas. La Asamblea no ha elegido mal escenario para reunirse. Todo se decidirá en Costa Navarino, un destino para vacaciones de lujo en Grecia. Al suroeste del Peloponeso, en uno de los paisajes más deslumbrantes del Mediterráneo, se decide el futuro olímpico.
La abundancia de candidatos puede acabar con dos tradiciones: el presidente siempre ha sido un hombre y todos, salvo el infausto Avery Brondage, han sido europeos. Por su origen (cuatro europeos, una africana y dos asiáticos) y por su edad (desde los 41 de Coventry a los 68 de Coe) el grupo es de lo más heterogéneo. Menos Coventry y Lappartient, los más jóvenes, el resto necesitaría un permiso especial para completar su mandato más allá de los 70 años que marcan ahora la jubilación en el organismo.
El sucesor de Bach se enfrenta a múltiples desafíos. Los más urgentes son la polémica de los deportistas transgénero y su veto en el deporte femenino; la situación del deporte ruso o el posible pago de premios en metálico a los medallistas olímpicos. Todos los candidatos han coincidido en la campaña electoral en la protección de las competiciones femeninas y el deseo de reintegrar a los deportistas rusos en el movimiento olímpico en cuanto sea posible. Donde hay claras discrepancias es en los premios económicos. Coe, el favorito, es el gran defensor de esta medida y el resto se opone o, al menos, no lo defiende abiertamente en virtud de una supuesta pureza en los Juegos.
El sistema de elección es muy sencillo: se vota en rondas eliminatorias hasta que un candidato obtiene la mayoría absoluta. El voto es secreto y los electores nunca saben quién lidera cada ronda, sólo qué candidato no pasa a la siguiente. En ninguna de las anteriores elecciones han sido necesarias más de dos rondas. El mandato tiene una duración de ocho años, renovables por cuatro más. El COI decide hoy su futuro.
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