Mundial de atletismo

El cambio de técnica de María Pérez tras la frustración de 2022: desaprender, escuchar (a Bragado, Korzeniowski...) y cambiar para ser mejor

Aceptó con humildad las descalificaciones en las grandes pruebas de 2022, escuchó a quien le quiso dar consejo y con una nueva técnica aspira a todo en los 20 y los 35 kilómetros marcha de los Mundiales de Budapest. Jacinto Garzón, su técnico, explica cómo ha sido el proceso

María Pérez, la primera española con un récord del mundo de atletismo, en 35 kilómetros marcha
María Pérez, la primera española con un récord del mundo de atletismo, en 35 kilómetros marchaRFEA

María Pérez, descalificada por marcha irregular en los 20 kilómetros del Mundial de Oregón. Ni un mes después: María Pérez, descalificada por marcha irregular en el Europeo de Múnich. Está claro que 2022, año extraño en el que se disputaron dos grandes competiciones en tan poco tiempo, fue duro para la atleta española... Pero también fue un punto de inflexión para volver a empezar y regresar más fuerte. María, que ya había sido campeona continental en 2018 y que en los Juegos Olímpicos de Tokio fue cuarta, asumió lo sucedido con una madurez espectacular: nada de buscar fantasmas o de poner excusas. El ego a un lado. Había que ponerse manos a la obra para encontrar soluciones.

“Injusticia no podemos hablar porque nuestro deporte está desde 1908 y ha sido juzgado por el ojo humano. No tenemos una máquina que diga que yo tengo la razón. Es verdad que cada vez hay más tecnología, utilizamos sensores, con las cámaras de alta velocidad yo soy capaz de ver cuál es el tiempo de vuelo de un marchador, cuál es la oscilación del centro de gravedad... Pero al fin y al cabo estamos siendo juzgados con un reglamento que es más sencillo: el ojo humano; y hay que intentar adecuarnos. Al final, cuando hubo problemas de forma repetida es porque tenemos que cambiar y mejorar cosas. De hecho el marchador no deja de trabajar la técnica durante toda su vida”, explica Jacinto Garzón, el entrenador de la marchadora granadina.

“La técnica se puede deteriorar por muchos factores, por una lesión, unas molestias, un patrón de movimiento que se ha ido cambiando poquito a poco sin tu quererlo, se ha ido alterando porque tú has modificado la pisada porque tenías algún problema; o incluso por ritmo”, añade el entrenador desde Font-Romeu, donde María Pérez ha apurado en altitud los últimos días de preparación antes del Mundial de Budapest, donde llega renacida, con el refuerzo de ser la primera española de la historia que logra un récord del mundo (en 35 kilómetros marcha) y con las máximas aspiraciones. Allí, a 1.800 metros sobre el nivel del mar, ha pasado las últimas dos semanas y pico. La primera, de más carga y volumen de kilómetros, después, poco a poco bajando un 20, un 30 por ciento el volumen de entrenamiento para llegar fina a la competición.

"María es una luchadora desde pequeña. No iba a tirar la toalla"

JACINTO GARZÓN (ENTRENADOR DE MARÍA PÉREZ)

En Budapest está con aspiraciones otra vez a lo grande y después de un año en el que parte de ese duro trabajo fue preguntar a todo el que quisiera darle un consejo. Antes, eso sí, hubo que pasar por un tiempo de reflexión. “Por supuesto que la situación dolió”, reconoce Jacinto sobre las dos descalificaciones. “Hay frustración acumulada porque nuestra disciplina es muy dura no sólo por el aspecto técnico, también el fisiológico. Un corredor si corre técnicamente de forma deficiente, mientras que corra llega a meta; nosotros o marchas durante todo el recorrido muy bien técnicamente, además de ser un portento físico, o puede que no llegues, y eso hace que te quede la sensación de que no has dado todo lo que llevabas dentro. Pero María es una luchadora, desde pequeña; viene de un pueblo, Orce, de 1.000 habitantes, donde se ha curtido y ha ayudado en su casa a una familia muy trabajadora y humilde; ella se fue de casa a 80 kilómetros a formarse como atleta; no le han regalado nada en la vida, se lo ha ganado y estaba claro que no iba a tirar la toalla”, añade el técnico.

Recuperar la ilusión

Durante unos meses no quiso marchar, pero sí se dedicó a seguir haciendo otras disciplinas del atletismo. Corrió y participó, por ejemplo, en la San Silvestre Vallecana y quedó entre las diez mejores a nivel internacional y le sirvió para volver a ilusionarse con su deporte. Sólo un poco antes de esa carrera de Nochevieja ya había empezado con la marcha, poco a poco, y partir de ahí... “Estuvimos en Barcelona en el CAR con Josep Marín (Subcampeón del Mundo en el año 1983), estuvimos con jueces que nos dieron su visión de por dónde había que trabajar, recibimos un montón de consejos de muchos grandes atletas ilustres como Chuso García Bragado, el seleccionador, entrenadores como Carrillo o Quintana... Todo el mundo se prestó a querer ayudarnos y eso se agradece”, admite Jacinto. Hasta el polaco Robert Korzeniowski, una de las mayores leyendas de este deporte, estuvo en Guadix de concentración y participó en unas charlas. “Dio su visión de la marcha y me ayudó a entender ese modelo tan moderno de cómo trabajarla. Era una formación no sólo para el atleta, para María y el resto, también para mí”, cuenta Jacinto. “Incluso entrenadores de otras disciplinas, tenemos un entrenador de allí de Granada, Paco Mula, que es un amante del atletismo que fue profesor mío de la facultad y también ha querido estar presente casi todas las semanas”, prosigue.

"Pequeños grandes cambios"

Juntando todos esos consejos llegaron los pequeños grandes cambios que tanto cuestan: “Tienes que romper, olvidar o desaprender algunos automatismos que tú ya tenías, volver a reaprender algo, por tanto la primera fase te va a costar más, y te va a gastar más, y no puedes ejecutarlo a una velocidad alta, sino primero hacerlo muy lento y de forma correcta. Para automatizar un gesto a nivel técnico necesitas paciencia y tiempo”, describe el entrenador de María Pérez. La atleta aceptó con muy buena actitud ese proceso y llegaron las modificaciones: “Que ahora su apoyo llegue antes al suelo, que el tronco absorba todo el impacto de los pasos, cuando va tan rápido tanto la cadera como el tronco lo absorben de una forma mucho más eficiente y eso hace que no haya tantas oscilaciones en su tren superior; tiene un braceo más agrupado, más cerrado, más lineal, marcha un poquito más fluida. Ha convertido su marcha en una marcha menos de fuerza, a pesar de que ella es una marchadora con mucha energía y desde pequeña se le valoró mucho. Tenemos sistemas electrónicos, hemos ido superponiendo imágenes de antes y de ahora y veíamos cómo efectivamente se generaban esos cambios. Eso ayuda a ver que vamos por el buen camino”, sigue la explicación.

Del aprendizaje al récord

Por supuesto que también ayudó el récord del mundo que logró en en mayo en la República Checa en 35 kilómetros (2h37:15). “Es un momento para disfrutar y para ver que el trabajo merece la pena, que incluso las derrotas o las lágrimas que he podido echar valen por un momento como este. Es un gran refuerzo para ver que no sólo vas mejor, también puedes ir más rápido. Todo lo que pasó el año pasado a lo mejor ayudó a sacar una mejor versión todavía de ella, pero hay que seguir trabajando para mejorar siempre”, asegura Jacinto.

En el Mundial, María Pérez va a doblar: 20 kilómetros marcha (mañana a las 7:15), la prueba que sigue siendo principal porque es la distancia olímpica (capítulo aparte merece el maltrato que se le está haciendo a la marcha), y 35 (jueves 24 a las 7:00). Nunca ha competido con sólo cuatro días de diferencia por tanto también le servirá para seguir aprendiendo, algo que ha hecho muy bien en este 2023.