Elecciones generales

Pedro Sánchez: “No se puede indultar preventivamente”

Presume de sus meses de gestión, pero deja en el aire los pactos y las medidas de gracia a los soberanistas

Pedro Sánchez
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Presume de sus meses de gestión, pero deja en el aire los pactos y las medidas de gracia a los soberanistas.

Dos debates, sí, pero «un planteamiento, un presidente y un mensaje». El objetivo prioritario de Pedro Sánchez fue trasmitir sus consignas y poder «rematarlas» hoy en Atresmedia, pero esta obcecación le hurtó frescura al jefe del Ejecutivo. El candidato socialista se empleó a fondo en reivindicar sus 10 meses de gobierno, una gestión basada en la justicia social, la convivencia y la limpieza, en contraposición con la corrupción del partido al que desalojó del poder con una moción de censura. Sánchez fue a hablar de su libro, leyendo incluso la retahíla de medidas que ha llevado a cabo, y no entró en los ataques que le dedicaron los partidos de la oposición, que recordaron el Falcón, el doctorado y su relación con los soberanistas.

El candidato socialista no cerró dos de los asuntos sobre los que sus rivales le cercaron en varios momentos: la eventualidad de llegar a indultar a los líderes del «procés» y los pactos postelectorales. Sánchez evitó negar la posibilidad de «indultar preventivamente» a estos políticos, antes de que hubiera una sentencia firme, y no respondió a las reiteradas interpelaciones de Iglesias a si iba a pactar con Ciudadanos tras el 28-A.

El PSOE cree que el marco del «todos contra Sánchez» les benefició, pues visibilizó al candidato socialista como única opción real de Gobierno. Un ataque en cascada que se visualizó desde el primer minuto, cuando Casado y Rivera aprovecharon su intervención para cargar contra el presidente y vincularle con los independentistas y los «batasunos» de EH Bildu. Obvió una de sus líneas centrales de campaña hasta el final del debate: plantear la disyuntiva entre un Gobierno socialista o uno de las tres derechas ante la «realidad peligrosa» de que lleguen al poder. Sánchez se dirigió directamente a Casado cuando se refirió al feminismo, uno de los puntos fuertes del PSOE. Le recordó que cuando no se dice «sí» es «no».