Asusta Contador

Mete tiempo a todos sus rivales y acaba segundo en la crono por equipos que ganó Orica y vistió de rosa a Simon Gerrans.

Oleg Tinkov desciende orgulloso del coche del Tinkoff-Saxo nada más aparcar en la zona de meta habilitada para los equipos y sus autobuses en San Remo, donde se refugian los primeros rostros cabizbajos y alguna que otra sonrisa escondida. El de Richie Porte, por ejemplo, es de los primeros. Cabreo. El ciclista de Tasmania se presuponía el hombre más en forma y el mejor preparado para asaltar el Giro y poner en jaque a Contador y, sobre todo, para castigar con tiempo a sus rivales en su gran especialidad, las cronos, empezó dejándose una veintena de segundos con el español.

Así que quien sonríe, y mucho, y farda, y mucho también, es Oleg Tinkov. «Se nota mi mano, ¿eh?». Viene a decir el magnate ruso que, una vez aparcado el avión privado y cogidos los mandos del coche del Tinkoff, fulminado Bjarne Riis y con el resto del cuerpo técnico del equipo sometidos a sus órdenes, la escuadra liderada por Alberto Contador ha asestado un golpe brutal al Giro abriendo la primera brecha de tiempos.

En efecto, el inicio del Giro de Contador, el principio de su camino hacia el doblete Giro-Tour en el que se ha embarcado ha sido «perfecto. Hemos hecho un trabajo excepcional y se lo agradezco a todos y cada uno de mis compañeros». Bordeando la impresionante postal de la costa ligur al rodar por la «pista ciclabile», el carril bici que une San Lorenzo al Mare y San Remo y construido sobre la línea de ferrocarril de la antigua calzada romana Aemilia Scauri, la prolongación de la Vía Aurelia, el Tinkoff-Saxo desfiló brillante y excepcional.

El Astana de Fabio Aru marcó el primer gran tiempo referencial, 19:39, mientras pasaban los equipos y las horas y nadie era capaz de batirle el tiempo. Ni Sky, ni el Etixx-Quick Step de Uran, tampoco el Movistar del ilusionante Ion Izagirre, quintos. Italia se vestía de orgullo para aupar a su primer rosa patriota, al campeón que viene, a la ilusión por bandera que desprende la sonrisa de Aru también mientras esperaba sentado en el «hot seat» de San Remo. Pero faltaba aún por llegar el Orica. Los canguros son chicos rápidos. El año pasado ya se llevaron el triunfo de la crono por equipos que inauguró el Giro y en el punto intermedio del kilómetro diez partieron las agujas del reloj. En la meta del Lungomare Italo Calvino, Simon Gerrans aceleró. Brrrummm.

Gerrans fue motorista antes que ciclista. Pero una lesión de rodilla le bajó de la moto. Le aconsejaron probar con la bici para recuperarse y le cogió tanto gusto que ya nunca más quiso separarse de ella.

Hace tres años, Gerrans, en esta misma meta, pero dos meses antes, se llevaba la Milán-San Remo, el primer gran monumento del año. El Giro le vistió de rosa. Él, su Orica, con el joven colombiano Johan Esteban Chaves, fueron los únicos que consiguieron superar a Contador. Siete segundos de ventaja. El resto, quedaron sometidos a la ley del pinteño. Seis segundos a Aru, 12 a Rigoberto Urán, 14 a Ion Izagirre, 20 segundos a Richie Porte y 41 a Pozzovivo y Betancur. «Siempre resulta importante meter diferencias a los rivales y verte arriba, aunque el hueco no es muy grande pero ha sido perfecto», se felicitaba Contador. «Es un buen resultado para empezar».

1ª etapa (San Lorenzo al Mare-San Remo, contrarreloj por equipos: 17,6 kilómetros):

1. Orica GreenEdge 0h 19:26

2. Tinkoff-Saxo a 00:07

3. Astana Pro Team a 00:13

4. Etixx - Quick-Step a 00:19

5. Movistar Team a 00:21

General:

1. Simon Gerrans (AUS-Orica GreenEdge) 19:26

2. Michael Matthews (AUS-Orica GreenEdge) m.t.

3. Michael Hepburn (AUS-Orica GreenEdge) m.t.

4. Pieter Weening (HOL-Orica GreenEdge) m.t.

5. Simon Clarke (AUS-Orica GreenEdge) m.t.

6. Esteban Chaves (COL-Orica GreenEdge) m.t.

7. Manuele Boaro (ITA-Tinkoff-Saxo) a 07

8. Roman Kreuziger (CHE-Tinkoff-Saxo) m.t.

9. Michael Rogers (AUS-Tinkoff-Saxo) m.t.

10. Alberto Contador (ESP-Tinkoff-Saxo) m.t.