Estreno de Cavendish y caída de Contador

«Ha sido curiosa. Había cinco o seis corredores por delante y luego me he ido yo al suelo. Pero estoy bien». Así explicaba Alberto Contador su caída en la séptima etapa del Tour. Bueno, en realidad no era ni siquiera la etapa, pues el pelotón rodaba aún por la salida neutralizada de Livarot cuando Robert Gesink se cayó y con él arrastró a varios ciclistas, entre ellos Alberto Contador, afortunadamente sin consecuencias graves para ninguno.

La etapa, un largo y aburrido pedalear muy apto para la siesta, acabó con la sequía de dos años que venía sufriendo Mark Cavendish. El esprinter británico llevaba desde 2013 sin alzar los brazos en ninguna meta del Tour. El año pasado, todos le esperaban en la salida británica de la ronda gala. Ante la ausencia de Bradley Wiggins, él era la gran atracción. Sobre todo en Sheffield, el pueblo de su madre, donde el pequeño Mark pasó muchos veranos de su infancia antes de decidir que quería convertirse en el hombre más rápido del mundo. Pero «Cav» el chico rebelde del pelotón, el rostro más rojo que un turista inglés en Mallorca, la lió en su pueblo. Provocó una tremenda caída antes del sprint y se tuvo que ir a casa en la tercera etapa. Un Tour en blanco.

Así llevaba desde que alzó los brazos en Saint Amand Montrond, la famosa 13º etapa del Tour 2013 que dejó a Valverde sin opciones después de una avería mecánica y los abanicos que le cortaron. Desde aquel día Cavendish no subía a recoger flores al podio del Tour. Hasta ayer. «El jueves estaba en la habitación del hotel con mi mujer y mi hija y ya tenía esa sensación de que algo bueno estaba a punto de llegar». Llegó en Fougeres, la 26º victoria de Cavendish, que le acerca a las 28 de Bernard Hinault como el máximo caza-etapas en la historia del Tour.

Para alcanzarlo deberá esperar, pues los velocistas no se encontrarán con una nueva oportunidad de victoria hasta el sprint de la última etapa en los Campos Elíseos de París. Demasiada montaña en el camino como para que a Cavendish le duren las piernas y la paciencia.

Hoy, el Muro de Bretaña clama por un nuevo triunfo español. La llegada es ideal para Valverde y Purito, que son los favoritos. El domingo llega la crono por equipos en la que el Sky y Froome, ya de amarillo después de rehusar vestirse ayer con él tras el abandono por fractura de clavícula de Tony Martin, son los grandes favoritos antes de la esperada llegada de la montaña, a partir del martes.