¿Se ocultaron nombres?

Manolo Saiz apunta algo en un papel mientras su abogado, Ignacio Arroyo, pregunta al instructor del informe de la Guardia Civil sobre la «operación Puerto»: «¿Habló con el señor Lissavetzky?. ¿Hicieron criba de deportistas?» «¿Me está acusando?», pregunta el instructor. Pero nadie responde. La pregunta de Arroyo va más allá de los nombres de deportistas. Su objetivo es «Jandro», el nombre que aparece en las columnas de gastos dedicadas a los peones de Eufemiano. «Machacas: Jandro, 2.000», refleja el sumario. Más tarde, otro pago de 12.000. Pero Jandro no está entre los imputados. Nadie con ese nombre o que responda a ese alias se sienta en el banquillo. Arroyo argumenta en su búsqueda de Jandro. «Hacer reservas nuevas para los chicos azules y explicarles que cuesta dinero», lee en el sumario. Azul era el color del maillot del Liberty, pero el abogado se pregunta: «No aparece Liberty, pero aparece Jandro. ¿No será que Liberty no pagaba sino que Jandro captaba a los ciclistas de ese equipo?». Tampoco hay respuesta.

«¿Urco?»

Como tampoco la hay cuando pregunta: «¿A quién corresponde el nombre de ''Urco''?». La Guardia Civil lo asoció a Marta Domínguez dentro de la «operación Galgo». «No voy a entrar a identificar a nadie, como tampoco he hecho cuando me ha preguntado el abogado del CONI», dice el teniente de la Guardia Civil. El representante legal del Comité Olímpico Italiano, también Ignacio Arroyo de nombre, como el de Manolo Saiz, había preguntado por algunos ciclistas. Como «Luigi». Quiere saber si ese nombre corresponde a Thomas Dekker. Silencio.

Arroyo, el otro, el de Manolo Saiz, insiste con «Urco». «El 24 de abril de 2006 aparecen anotadas dos extracciones y dos reinfusiones», explica. Y más tarde relaciona las iniciales «MZD» con una planificación que termina en el objetivo de cuatro días de agosto. Ese mes se celebraba en Gotemburgo el campeonato de Europa de Atletismo. Silencio. El abogado de Saiz es el hombre que hace las preguntas complicadas en el juicio. Él fue el que preguntó a Eufemiano Fuentes por su relación con Pipe Gómez, presidente de la Asociación de Ciclistas Profesionales y, hasta el pasado miércoles, de la Fundación Deporte Joven dependiente del CSD. Pipe, ex ciclista del Kelme en los años en que Eufemiano trabajaba como director médico del equipo, dimitió de forma inmediata. También fue Arroyo el que preguntó a su cliente a qué podían corresponder las siglas RSoc que aparecen en el sumario. Y ayer preguntó por «Urco» y por la posible criba de Jaime Lissavetzky, entonces presidente del CSD.

Ayer era un día para que salieran nombres. Relacionados con el ciclismo o con otros deportes. Como Kiko Martínez, campeón de Europa de boxeo en la categoría de peso gallo. Esta vez fue la abogada de la Federación Española de Ciclismo la que preguntó por una reunión de Eufemiano Fuentes con el boxeador y su antiguo preparador, Alberto González Román, en una cafetería. La Guardia Civil lo confirma. Eufemiano tiene derecho a mentir, pero no siempre miente: «He tratado a futbolistas, atletas, tenistas, ciclistas, boxeadores».

Ayer aparecieron varios ciclistas más. Para «Huerto», al que no identifica, era el Synacthen que Eufemiano entregó a Manolo Saiz el día de la detención. Óscar Sevilla, Santiago Botero, Tino Zaballa y Jorg Jaksche fueron localizados por la Guardia Civil cuando asistían a sus citas con Eufemiano Fuentes. ¿Los siguientes son los tenistas?