El chiringuito de Pedrerol: Con este Madrid hay Liga

No se escondió y dio una buena imagen en el clásico, pero no tuvo suerte. Falló en las áreas y cayó en el Camp Nou.

El Madrid salió sin puntos del Camp Nou, pero con una imagen que le da fuerzas para lo que queda de temporada. Dio la cara cuando muy pocos daban algo por él. Estuvo bien plantado. No se vino abajo con los mazazos de los goles. No se sintió inferior al Barcelona. No pareció ese equipo que venía rompiéndose desde el Mundial de Clubes. Pero perdió. Al final, el resultado es lo importante. Es lo que marca la diferencia. Y el Madrid se vuelve a casa con la moral y la cabeza altas. Con la convicción de que no hay nadie mejor. Sabiendo que es capaz de todo. Pero sin los puntos.

Nadie se lo esperaba

La primera parte del Madrid invita al optimismo. Salió a jugar con una tranquilidad que nadie podía imaginar. Sin volverse loco. Sin perder las posiciones. Con todos los futbolistas peleando en cada zona del campo. Sacrificándose en defensa y reponiéndose del jarro de agua fría del primer gol. Con máxima implicación. Con la cabeza que pidió Ancelotti. Pero falló en las áreas, donde se marcan las diferencias.

La BBC, mejor que la MSN

La batalla entre la BBC y la MSN no decidió el signo del partido, pero se tiñó de blanco. Cristiano ganó el duelo a Messi, con muy poca participación en el juego. Parecía que Leo iba a desnivelar el clásico él solo, pero apenas se le vio, mientras que el «crack» portugués volvió a marcar y a calmar al Camp Nou. No fue suficiente para el Madrid, pero Cristiano dijo: «Aquí estoy yo». Aunque no le valiera de nada. A Bale también se le vio mejor que a Neymar, más tiempo en el suelo que con el balón en el pie mientras el galés corría en defensa como pocas veces. Hizo un fantástico partido. Y tanto Benzema como Suárez fueron protagonistas. El francés dejó un taconazo que nos recordó a todos la obra de arte de Guti en Riazor, y el uruguayo desniveló el partido con el 2-1 final.

Ramos falló

Los que no tuvieron su día fueron Ramos y Casillas. Se esperaba más de los dos. El central estuvo algo despistado. Mathieu le ganó claramente la partida en el primer tanto. Le robó la cartera. Sergio Ramos ofreció su peor versión. No fue revulsivo ni salvador esta vez.

Bravo decidió, Iker no

Tampoco Casillas. No decidió el clásico, como hacía antes. Echo de menos esas paradas decisivas, esas intervenciones milagrosas que desesperaban al Barça. Ayer se fue al suelo muy pronto en el gol de Luis Suárez, un disparo que podía haber detenido. Se venció solo. Hay que pedirle más. Bravo le ganó la partida.

Hizo lo que se le exige

El Madrid se vuelve a casa de vacío, otra vez cometiendo errores defensivos y haciendo regalos a balón parado. Pero no se le puede machacar. No esta vez. Nunca se escondió y respondió a todo lo que le exige la afición. No fue el Madrid del Calderón, sino todo lo contrario. Se queda a cuatro puntos del líder, sí. Pero sale reforzado: hay Liga.