Barcelona
El Chiringuito de Pedrerol: Messi se la juega
Leo no está brillando en este Mundial. En Maracaná puede demostrar que está entre los más grandes... o lo contrario
En Argentina le llamaban «el catalán» porque su mejor fútbol lo hacía siempre con la camiseta del Barcelona. A Messi se le echaba en cara que con la albiceleste no era capaz de ganar los partidos como hacía con la elástica azulgrana puesta. Su campeonato en Suráfrica fue un absoluto fracaso y Brasil es, seguramente, su última gran oportunidad para ser campeón del mundo. Para llevar a Argentina a lo más alto por tercera vez en su historia. Y está en la final. Está cerca de conseguirlo. Pero nadie puede decir que su selección haya llegado a la cita decisiva de Maracaná gracias a Leo Messi. Su torneo está pasando desapercibido entre los Kroos, James, Robben, Keylor Navas y otros nombres que sí han brillado con luz propia.
Mascherano, verdadero capitán
Antes le acusaban de darlo todo con el Barça, y ahora ocurre al contrario. Se ha pasado la última temporada prácticamente caminando por los campos de España y de Europa mientras que, en Argentina, se le ve entregado. Feliz, sonriente. Cantando y bailando con sus compañeros. Hasta le pusieron el brazalete de capitán para que estuviese más implicado. Argentina necesita la mejor versión de Messi para ganar el Mundial. Por eso le están ofreciendo todo el cariño. Por eso le miman. Llevan un año vendiendo que ésta era la mejor ocasión para ser campeones del mundo y ha llegado el momento de que por fin aparezca Messi. No para meter el primer penalti de la tanda, que además es el que menos presión genera. Tiene que volver a desequilibrar en el campo. Tiene que volver a ser él. Y a mandar fuera. Porque el verdadero capitán está siendo Javier Mascherano. Su compañero en el Barça da las órdenes sobre el césped. Grita. Comanda. Y anima a sus compañeros, como hizo con Romero antes de la tanda. El capitán es Leo, pero el jefe es Mascherano. El auténtico líder de Argentina hasta ahora.
Críticas de Kempes y Maradona
Tras un año entero reservándose, se esperaba mucho más de Messi. Sí, claro que Argentina está en la final. Pero han pesado más otros jugadores, como por ejemplo Di María. Y no hay que olvidar que han jugado ante Bosnia, Irán, Nigeria, Suiza, Bélgica y Holanda, a la que no pudieron hacer casi ni una ocasión de gol en 120 minutos. Argentina, como Messi, no ha hecho nada todavía. Kempes y Maradona, dos leyendas, lideraron al país suramericano en los Mundiales de 1978 y 1986. Son las dos Copas del Mundo que hay en las vitrinas de la AFA. Y ninguno está contento con el papel de Leo. Kempes le pide al capitán de Argentina «algo más que marcar en los penaltis». Maradona cree que no hizo «nada» en semifinales. No lo dicen dos personas cualquiera.
Todo o nada
Nadie niega la calidad que tiene Messi, esa que ha demostrando tantas y tantas veces. Pero tiene que hacer más. Se le exige y puede dar más. Al mejor del mundo se le pide muchísimo más. Alemania será un rival de verdad. El «primero» para Argentina en este campeonato. Messi está ante el mito. Puede demostrar que tiene un lugar entre los más grandes. Pero cuidado. Si falla, será lo contrario. Su gran fracaso. Tiene 90 minutos. Pasar a la historia o ver cómo Maradona le mira eternamente desde el púlpito. Es la hora. Todo o nada.
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