Real Madrid
El esprint de Lucas Vázquez
Ha pasado de ser parte del plan B a titular hoy en París. Es el mejor asistente de la plantilla y un modelo para los canteranos.
Ha pasado de ser parte del plan B a titular hoy en París. Es el mejor asistente de la plantilla y un modelo para los canteranos.
Lucas Vázquez habla poco, casi no hace ruido y trabaja mucho. Y así, pasito a pasito, se ha ganado un puesto en el once titular justo el día más importante de la temporada. Su viaje ha sido largo y en constante ascenso, desde las noches frías de Copa en las que formaba parte del plan B, hasta los focos que hoy le apuntarán en París. Fue el único de los menos habituales que se ganó claramente más minutos en esos partidos que da pereza jugar. Disputó los noventa minutos de Fuenlabrada y Los Pajaritos sin rechistar, comprometido y poniendo la intensidad que suele faltar en esas situaciones. Llorente, Ceballos, Achraf o Theo se fueron apagando, pero él seguía corriendo, desbordando, forzando penaltis y dando asistencias.
Esos pequeños papeles le han permitido entrar en el reparto de la gran producción que se rueda esta noche y en la que Zidane necesita el trabajo de ida y vuelta del futbolista gallego. Tiene cosas de los extremos puros, no se arruga ante el gol y ha ganado mucha confianza en los últimos tiempos. Siempre ha sido uno de los preferidos de Zizou, que permitió la cesión de James, pero ni se planteó sacar a Luquitas del fondo de armario de la plantilla. En el club le ponen como el ejemplo ideal para los canteranos, porque ha demostrado que se puede salir del Real Madrid y ganarse el regreso y minutos importantes. Él se fue al Espanyol y la opción de recompra le trajo de vuelta para ganar su primera Liga de Campeones.
Entró en la final de Milán en la segunda mitad y después de la prórroga se ofreció voluntario en la tanda de desempate. Hasta sus amigos se sorprendieron cuando en la imagen de televisión se le vio acercarse al punto de penalti jugueteando con el balón, como si no fuera un momento de máxima presión. Lanzó y batió a Oblak para dar un pasito hacia la undécima con toda la naturalidad.
Su rendimiento siempre ha sido constante (cuatro goles en las dos anteriores temporadas), pero la explosión de estos últimos meses está a la altura de sus mejores momentos vestido de blanco. Suma siete tantos y nueve asistencias, que le convierten en el mejor pasador de la plantilla a pesar de no haberlo jugado todo. No está dentro del teórico once ideal, pero Zidane está pensando claramente en el 4-4-2 y ahí Lucas gana muchas opciones para completar el centro del campo. No salió del banquillo ante el Getafe, seguramente para estar totalmente fresco hoy. En el choque de ida fue Isco el elegido y ahora parece que es Vázquez quien se ha ganado esa última plaza de titular. Un chico que siempre ha estado preparado para ayudar al equipo, en las noches heladas de la Copa del Rey y en la ardiente París.
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