Baloncesto

El entrenador de los Heat, Erik Spoelstra, firma el mayor contrato de la historia de la NBA

El dos veces campeón de la NBA ha renovado por ocho años y 120 millones de dólares con la franquicia del estado de Florida

Erik Spoelstra, técnico de los Heat
Erik Spoelstra, técnico de los HeatERIK S. LESSERAgencia EFE

En la NBA los grandes contratos no sólo los firman los jugadores. Erik Spoelstra, técnico de los Heat de Miami, ha alcanzado un acuerdo para renovar con la franquicia del estado de Florida por ocho años y 120 millones de dólares. La cantidad supone un récord en la historia de la Liga estadounidense, pero no convierte a Spoelstra en el entrenador mejor pagado de la competición. Ese honor seguirá siendo para Gregg Popovich, técnico de los Spurs y que percibe 19 millones de dólares anuales.

Spoelstra ocupará la segunda plaza de esa lista con 15 "kilos" por curso gracias al mayor contrato de un técnico por el valor total acordado. Doble campeón de la NBA con los Heat, Spoelstra es un icono en Miami y representa el ADN de este equipo que ha destacado en los últimos 15 años por un feroz espíritu competitivo en todas las circunstancias. Tomó las riendas de los Heat en 2008 y conquistó el anillo en dos ocasiones (2012 y 2013) con el equipo liderado por LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh. También disputó otras cuatro finales de la NBA, la última de ellas el año pasado y que perdió ante los Denver Nuggets de Nikola Jokic. Especialmente meritoria fue la aventura en "playoff" de esos Heat de 2023 que, pese a clasificarse como octavos y vía "play-in", se crecieron con Jimmy Butler como líder y tumbaron a colosos del Este como los Milwaukee Bucks o los Boston Celtics hasta llegar a las Finales.

Spoelstra ha dirigido 1.231 partidos de la primera fase en la NBA con un balance de 725-506 que le sitúa entre los 20 técnicos con más triunfos en la historia de la liga. Los Heat actualmente son quintos en la Conferencia Este un balance de 21-15.

Monumental enfado del técnico de los Raptors

El otro técnico que fue protagonista en la pasada madrugada en la NBA fue Darko Rajakovic, el responsable de los Toronto Raptors. El técnico serbio de 44 años explotó contra los árbitros tras la derrota ante los Lakers (132-131). "Es indignante. Lo que ha pasado esta noche es una mierda completamente, es una vergüenza para los árbitros y para la Liga por permitir esto", afirmó. "Veintitrés tiros libres para ellos en el último cuarto y nosotros, dos. ¿Cómo vamos a jugar así? Entiendo el respeto por los All-Star y todo eso, pero nosotros también tenemos All-Star. ¿Cómo es posible que Scottie Barnes, que es un jugador de categoría de All-Star, vaya siempre hacia el aro con fuerza, sin hacer 'flopping' y sin intentar que le piten faltas y solo consigue dos tiros libres en todo el partido?", añadió.

"¿Cómo es posible? ¿Cómo me vas a explicar eso? ¿Tenían que ganar ellos esta noche? Si ese es el caso, que nos lo digan y así no nos presentamos al partido. Que les den la victoria. Pero lo de esta noche no fue justo y no es la primera vez para nosotros (...). Lo que está pasando durante toda la temporada es una completa mierda", comentó visiblemente mosqueado.

Rajakovic continuó furioso con su alegato y aseguró que los árbitros "ven lo que quieren ver" y que no escuchan a los jugadores. "A lo largo del partido (los Lakers) tuvieron 36 tiros libres y 23 solo en el último cuarto. ¿De qué estamos hablando? ¿Cómo se supone que vamos a jugar? (...). Le digo a nuestros jugadores que sean profesionales, que sigan luchando, que vayan a por el siguiente. Pero, ¿hasta cuándo?", cerró.

Los Lakers fueron 36 veces a la línea de personal en todo el encuentro y metieron 28 de sus lanzamientos. Los Raptors solo tuvieron 13 tiros libres y anotaron 8. Aún más abultada fue la diferencia en el último cuarto, ya que los Lakers tuvieron un 19 de 23 en tiros libres en el cuarto periodo y los Raptors solo un 1 de 2. También resultó polémica una falta en ataque, con solo 25 segundos para el final, que le pitaron a RJ Barrett en un bloqueo sobre Anthony Davis y que sirvió para anular un triple de Barnes que habría empatado el marcador.