Eurocopa 2016

El eterno Rosicky

Las lesiones sólo le han permitido jugar diecinueve minutos con el Arsenal este año. Los amistosos previos a la Eurocopa le han servido de pretemporada. Es básico para su país

Rosicky, en primer plano, y Plasil, en un entrenamiento
Rosicky, en primer plano, y Plasil, en un entrenamientolarazon

Las lesiones sólo le han permitido jugar diecinueve minutos con el Arsenal este año. Los amistosos previos a la Eurocopa le han servido de pretemporada. Es básico para su país

Sólo diecinueve minutos de juego en la temporada ha necesitado Tomas Rosicky para ganarse la confianza de su seleccionador. No ha podido jugar más tiempo con el Arsenal esta temporada por culpa de las lesiones. Comenzó el año en el dique seco y, después de cinco meses de recuperación, volvió a lesionarse en su reaparición. Apenas pudo aguantar diecinueve minutos sobre el campo. Tenía que volver a empezar de cero. No ha jugado un minuto en Liga ni en Liga de Campeones y sus apariciones previas a la llamada de su seleccionador fueron con el equipo reserva del Arsenal.

Pero ni las lesiones ni la inactividad le impiden ser uno de los futbolistas más importantes de su selección. Su técnico, Pavel Vrba, confía en él para que dirija el juego de su equipo. Es el capitán, el más veterano de los checos y el que más experiencia tiene junto a Petr Cech.

«Es uno de los jugadores más inteligentes que conozco. Está un poco infravalorado por las lesiones. Es inteligente, rápido con el balón. Tiene gran capacidad para encontrar el espacio, buenos movimientos entre líneas y una buena conducción de balón. Debemos tener cuidado», advierte Bellerín, compañero suyo en el Arsenal, en declaraciones a uefa.com.

Las lesiones han sido el principal problema de su carrera. Ya se perdió la Eurocopa de 2008 por culpa de una lesión de rodilla. A pesar de todo ésta será su cuarta Eurocopa y posiblemente la última. Debutó en la de 2000, era uno de los jóvenes añadidos a la generación que había sido subcampeona cuatro años antes contra Alemania.

Rosicky encuentra una razón para seguir jugando a pesar del sufrimiento que han supuesto las lesiones durante estos años. «El fútbol es divertido para mí. Si el año que viene ya no me divierto, me retiraré», asegura. Por el momento sigue siendo feliz sobre el campo y ha superado las pruebas de los amistosos previos al torneo, que se han convertido en su pretemporada. «Me siento bien, confiado en que todo va a ir bien. He jugado tres partidos antes del inicio del torneo y me he entrenado bien durante dos meses. Me siento bien y espero que dure», asegura.

El veterano jugador se fija en el juego de España, un motivo para disfrutar. « A sus jugadores, como Iniesta o Fábregas –con el que jugó en el Arsenal–, da gusto verlos. Cuando tienen el balón son un peligro constante. Va a ser duro jugar contra ellos, pero vamos a hacer todo lo posible para pararlos», advierte. Rosicky no pierde la ilusión.