Fue muy superior, ganó con facilidad al Cruz Azul y jugará la final del Mundialito

Si en Marruecos querían ver al Madrid en todo su esplendor, ayer tuvieron una buena prueba. Marcó Ramos el primer gol, para seguir con su año espectacular en los días clave; hizo otro Bale en un encuentro decisivo, también para seguir con la tradición; y paró un penalti Casillas. El Madrid moderno más clásico. Sólo se echó de menos un tanto de Cristiano Ronaldo. Estuvo generoso con Bale y en la oportunidad más clara que tuvo, eligió el espectáculo antes que la efectividad. Su remate de rabona resume el encuentro: el Madrid se sintió superior durante todos los minutos

El partido confirmó lo que se preveía antes de que empezase el duelo. Sin necesidad de esforzarse, permitiéndose cambiar a Kroos mediada la segunda mitad, sin gastar un gramo de esfuerzo de más, los de Ancelotti dejaron su mensaje al resto de los rivales de la competición: es el mejor de todos y ha llegado a este torneo para confirmarlo. Los mexicanos fueron un rival que murió de insignificancia en cuanto llegó al área grande de los blancos. Allí no es fácil encontrarse con Ramos y Pepe, dos centrales que asustan a todos los delanteros del mundo. Pavone ganó una vez la posición al central andaluz y antes de que éste pudiese hacer algo para rectificar, el delantero se tiró al suelo y el colegiado chileno señaló penalti. Era el momento del Cruz Azul para dejar su huella en el partido y quizá para minar un poquito la superioridad rival.

Ya perdía por dos goles, pero había tenido algunos minutos de acercamiento al área contraria. No pasó nada porque Casillas está en el momento de volver a conquistar a todos. Como ocurrió el viernes en Almería, se lanzó al lado correcto. Iker ha escapado ya del túnel de irregularidad en el que ha vivido durante 2014. Ha sido un año extraño, pero que va a cerrar a lo grande, como ha hecho durante toda su vida: con destellos en los minutos más necesarios. Momentos que quedan en la memoria de los aficionados. El planeta está mirando al torneo donde juegan los mejores del continente y Casillas para un penalti. Así es como se labró su fama y así es como ha vuelto.

Fue el único momento de duda del Madrid, que lo tuvo todo muy claro, quizá demasiado. No necesitó mucho para ganar ni para golear. Ayudó Corona, el portero del Cruz Azul, que en un balón que puso Kroos desde un lado salió con manos invisibles. Ni olió la pelota y allí estaba Ramos para hacer el tradicional tanto de cabeza. Les faltaba a los españoles un poco de ambición para querer más, convencidos de que los goles llegarían por lógica. Sólo Illarra dudó un par de veces en el centro del campo, como si fuese dejando motivos para que en la final juegue James por él. Por si acaso, Ancelotti dio minutos a Khedira, para que esté listo si le necesita para el duelo del sábado.

Fue Carvajal quien protagonizó el segundo con una llegada hasta la línea de fondo. Técnico y fuerte, el lateral cuenta como un delantero más cuando su equipo tiene la pelota. Benzema remató el segundo, como Bale hizo el tercero ya en la segunda parte, con el rival absolutamente entregado y los de Ancelotti como más se gustan. Con espacios, el trío de delante se prepara para festín. El tanto de Bale fue una jugada clásica de los tres de delante. Marcó al final Isco y Cristiano Ronaldo se quedó con las ganas. Se los estará guardando para la final.

- Ficha técnica:

0 - Cruz Azul: Corona; Pinto, Julio César Domínguez, Francisco Rodríguez, Gerardo Flores; Torrado, Mauro Fornica, Christian Giménez (Fabián, m.65), Joao Rojas (Valadez, m.79), Hernán Bernardello y Pavone (Barrera, m.65).

4 - Real Madrid: Casillas, Carvajal, Pepe, Sergio Ramos (Varane, m.64), Marcelo; Kroos (Khedira, m.73), Illarramendi, Isco (Jesé, m.76); Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.

Goles: 0-1, m.15: Sergio Ramos. 0-2, m.35: Benzema. 0-3, m.50: Bale. 0-4, m.72: Isco.

Árbitro: Enrique Osses (CHI). Amonestó a Ramos (39) por el Real Madrid.

Incidencias: encuentro de semifinales del Mundial de Clubes disputado en el Gran Estadio de Marraquech ante 42.000 espectadores.