Fútbol

El apodo que tenía Overmars en las oficinas del Ajax

El ex futbolista preguntaba a las mujeres qué llevaban puesto. El ambiente era muy tóxico: en las reuniones se hacían fotos secretas a las mujeres

Marc Overmars, exdirector de fútbol del Ajax.
Marc Overmars, exdirector de fútbol del Ajax.Instagram Marc Overmars

La publicación holandesa NRC ha reconstruido cómo eran los mensajes y la forma de comportarse de Marc Overmars de acuerdo con las declaraciones de las víctimas.

“Overmars está en el baño. Está en el Ajax. La mujer que recibe el mensaje de whatsapp lo sabe por los azulejos de la pared. Inmediatamente una captura de pantalla. Lo hace a menudo.

El contacto entre ellos comenzó de forma inocente, pero poco a poco el director de fútbol empezó a comportarse de forma cada vez más impertinente con su subordinada. Le decía que tenía calor. O le enviaba un mensaje de texto diciendo que sentía “algo que se acercaba, que qué llevaba puesto2.

A veces va incluso más allá, como ahora. Overmars envió una foto. Una foto de la polla. Y no es la primera que recibe. Tampoco es el último”.

El episodio de Overmars ha descubierto el ambiente de trabajo en el Ajax. “De las entrevistas se desprende una imagen de una cultura en la que puede prosperar la mala conducta sexual. No hay un ambiente abierto para denunciar este abuso de poder. Los subordinados guardan silencio. Los pocos que lo dijeron no fueron escuchado. Las señales no fueron captadas. Todo se queda en los rumores y en el escaso intercambio de experiencias personales”, escribe la prensa holandesa.

Según NRC “las empleadas hablan del entorno como una “cultura del gallo” y una “roca del mono”. Se hacen bromas estereotipadas sobre las mujeres y se habla a menudo de su aspecto a las mujeres subordinadas. Los que cruzan una línea no son corregidos. Durante una reunión, una mujer vio cómo una compañera era fotografiada en secreto por un colega masculino, tras lo cual el resultado fue comentado en grupo.

Una mujer recibió un mensaje de un jugador que le propuso encontrarse en una habitación. La misma mujer aseguró que “como mujer en el Ajax, tienes que tener una doble capa de piel. Si no tienes eso, es muy duro”. Las mujeres se sienten avergonzadas de denunciar esta mala conducta. “Es una relación de poder enorme”, dice una de ellos. “Si no lo aceptas, te vas muy rápido”, dice otro. Una tercera: “El sexismo está en la cultura del club”

El apodo de Overmars era “primo cachondo” entre algunos empleados. Overmars es un solitario. Prefería tomar su comida en su despacho. A veces deambulaba por las oficinas, taza de café en mano. Luego se detenía a conversar, generalmente con mujeres. “¿Podría ayudarlos en algo”? las preguntaba, a solo unos metros de distancia. ¿”Quieres tomar algo?” Había algo compulsivo al respecto, dicen los subordinados, en eso de mantener la conversación, incluso si la otra persona no lo esperaba. Es cuestión de sentarse y sufrir.

Otras mujeres se sintieron obligadas a responder sus mensajes de texto. Después de una pequeña apertura, una respuesta aparentemente inofensiva, atacaba. Quería saber qué estaban haciendo, con quién estaban, qué vestían. Y no dudaba en enviar fotos de sus genitales.