El regreso

Cómo volver a conectar la cabeza para la Liga después del Mundial

El psicólogo José Carlos Jaenes analiza el trabajo más allá de lo físico al que se enfrentan los entrenadores para integrar a sus plantillas

Griezmann observa su medalla de subcampeón del mundo
Griezmann observa su medalla de subcampeón del mundoThanassis StavrakisAgencia AP

El Mundial de Qatar se acabó y sin tiempo casi de pestañear ya está de nuevo la pelota rodando en las diferentes ligas, una situación que nunca se había dado a mitad de curso, pues la Copa del Mundo siempre se había disputado en el verano europeo y después de él empezaba un nuevo curso, desde cero. Esta vez las competiciones ya han comenzado y los equipos están ante una situación atípica, lo que supone un desafío especialmente difícil para los entrenadores, que más allá de apoyarse en los datos de sus preparadores y todos los elementos que tienen para medir el estado físico de los futbolistas, tendrán que recurrir también a ser tanto psicólogos como tácticos. «El Mundial partiendo la temporada va a traer diferentes escenarios a los que los entrenadores van a tener que enfrentarse», explica José Carlos Jaenes, profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, investigador y psicólogo del deporte. «Por un lado se van a encontrar jugadores que vienen de haber estado jugando partidos, algunos más que otros, con viajes de larga duración, y van a tener que hacer un esfuerzo para explicar cómo se ha estado trabajando sin ellos durante este tiempo, qué es lo que se espera para la segunda parte de la temporada, y tratar de integrarlos lo antes posible», añade.

Aunque ya se lleva tiempo de trabajo en este curso y muchas ideas ya se conocen y están trabajadas, ha sido un mes largo en el que primero estaban los no internacionales y después se han ido integrando futbolistas según iban siendo eliminados del Mundial. En el caso de los campeones del mundo, todavía no han regresado, como es lógico, pues la celebración continúa, incluso de los semifinalistas, que también han jugado hasta los siete partidos al tener que disputar el tercer y cuarto puesto. Si se tiene en cuenta este dato se ve perjudicado el Sevilla, que por otro lado también puede sacar una lectura positiva de toda esta situación novedosa. «Ha habido seguro equipos como el Sevilla a los que le ha podido venir bien esté parón, con un entrenador nuevo, que ha tenido tiempo de poder trabajar las ideas con gran parte del grupo sin presión (al no depender todavía de los resultados)», opina Jaenes. «A otros equipos que estaban enrachados y enchufados, este parón puede suponerles posiblemente un cambio de escenario que puede ser positivo o negativo si cambia la racha», asegura el psicólogo. Se trata por tanto de una nueva oportunidad para los que estaban penando, y de un reto para los que vivían en estado de euforia.

El Barcelona puede ser un ejemplo de esto último. Xavi tiene trabajo por delante, porque su equipo había enganchado cinco triunfos consecutivos en Liga después de perder en el Santiago Bernabéu y le dio para ponerse primero justo antes de que el campeonato tuviera que pararse para la disputa de la Copa del Mundo. Además, algunos de los integrantes de su plantilla necesitan recuperarse moralmente porque han perdido la final: Koundé y Dembélé, además después de vivir una floja Copa del Mundo en general.

En el caso del Atlético, está Griezmann, por ejemplo, con el mal sabor de boca de haber hecho un Mundial fantástico, pero una mala final ante Argentina, en la que además Francia no logró colocar la tercera estrella en su camiseta. «En cualquier caso, incluso con los que vengan del Mundial, independientemente de cómo han quedado sus selecciones, va a haber que establecer un plan individualizado no muy largo para trabajar y volverlos a integrar en el equipo», piensa José Carlos Jaenes. Serán importantes estas primeras jornadas, con el peligro de la Copa a un partido, hasta que se consiga una cierta rutina.

«Creo que los jugadores están acostumbrados a pasar página rápidamente, juegan muy al día, no hay tiempo casi ni para pensar de un partido a otro. En ese aspecto, yo no me preocuparía mucho, salvo en algún caso muy concreto», finaliza el psicólogo.