Mundial de clubes
5-0. El Madrid hace terapia
Goleó al Rayo Vallecano y recuperó las constantes vitales. Gran partido de Gareth Bale y de Cristiano Ronaldo; Diego López, pitado al principio, no fue exigido por el rival.
Había tensión en el Santiago Bernabéu, un estadio ya de por sí acostumbrado a vivir siempre al borde de la euforia o de la bronca, sin término medio. Y ayer, la verdad, tenía más ganas de mostrar su enfado por las dos derrotas anteriores que de animar, o por lo menos cuando el choque no estaba decidido. Hacía frío, llovía y eran las diez de la noche. Fue una de las peores entradas de la temporada, pero más de la mitad de los que fueron, querían que Diego López supiera que estaban enfadados con él.
El portero del Madrid, ayer con pantalón corto por primera vez en mucho tiempo, apenas tuvo protagonismo en el partido. No necesitó hacer ninguna parada porque el Madrid recuperó ayer su mejor versión defensiva: la del equipo que no concede ocasiones. Diego tuvo un día tranquilo en lo deportivo y agitado en lo personal. Cualquier mínimo error le hubiese condenado y hubiese dado de qué hablar durante toda la semana y más cuando Casillas va a jugar el miércoles en la «Champions». Pero el Rayo de Jémez, bien aseado y con los conceptos aprendidos, se fue del Bernabéu sin tirar a la portería contraria. Fue un equipo valiente, que cuando atacó puso a los diez futbolistas en el campo rival, que se arriesgó a vivir un par de contras suicidas, pero que no dio guerra a un rival que pocas veces se va a encontrar con la confianza tan frágil. El Rayo dejó pasar su oportunidad y acabó con cinco goles en contra.
Era un día más que complicado para los locales. Para Diego López, para Bale, para Ancelotti y para cualquier futbolista que fallase. Con el partido ya ganado, Benzema fue sustituido y la grada no le perdonó su gris partido. Cada jornada que queda de Liga, el Madrid va a afrontar todos los encuentros entre la necesidad o la posibilidad de enganchar a los primeros. Ayer jugó el último de los tres y cuando empezó ya sabía que los dos habían vencido y que necesitaba la victoria para no despedirse de la Liga. Quizá en otra jornada pueda afrontar su choque pensando más en acercarse que en descolgarse.
Ayer no y había nervios, lo que llevó al Madrid a cometer algunos errores de precisión al principio. Necesitaba agarrarse a algo para salir de la pequeña crisis en la que se había metido tras los dos últimos encuentros. Fue Di María, en un estado de forma asombroso, quien más empujó a sus compañeros. Visto su partido, la baja del argentino fue determinante en el partido del Sánchez Pizjuán. El argentino fue quien más arrojo le echó frente al Barcelona y quien más movilidad dio ayer al equipo. Otra vez se fue del Bernabéu aplaudido. Fue él quien cambió el humor del estadio.
Además de la energía de Di María, el Madrid encontró profundidad por el lado de Bale, un futbolista que necesitaba una noche como la de ayer para recuperar la confianza. Llevaba cinco partidos sin marcar: hizo dos, además de ayudar a Ronaldo en el primero. El último, con el Rayo descosido y el Madrid feliz tras tanto tiempo, Bale marcó un gol de los suyos, recorriendo el campo con su zancada y resolviendo con facilidad ante el portero.
Antes, en la primera mitad, ayudó a Ronaldo a resolver las dudas del principio. La jugada la empezó el portugués en el centro del campo y la acabó él, tras jugar con el galés. Ronaldo dejó atrás a toda la defensa con su potencia habitual. Esté el equipo bien o mal, optimista o desconfiado, Cristiano siempre marca. Entre la energía de Di María, la movilidad de Bale y los goles y la generosidad de CR7, el Madrid solventó el duelo y se evitó problemas. Fue como un día de terapia, que le sirvió para recuperar confianza y que algunos jugadores vuelvan a sentirse seguros como hace tan sólo un par de semanas. Coentrao jugó todos los minutos, Carvajal, que no estaba haciendo sus mejores partidos, marcó su primer gol con el Madrid tras robar el la pelota. Morata hizo el suyo. El final del encuentro fue un festival, con el Rayo derrotado y contando los minutos y los delanteros (y también Ramos o Pepe) buscando un gol para volver a tocar la felicidad. Diego López, el portero, mientras, se marchó entre la indiferencia. Suena raro, pero es un triunfo.
Ficha técnica:
5 - Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Xabi Alonso, Illarramendi (Isco, m.62), Di María (Casemiro, m.69); Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Morata, m.73).
0 - Rayo Vallecano: Rubén; Arbilla, Zé Castro, Borja López, Rat; Saúl, Trashorras, Iago Falque, Alberto Bueno (Viera, m.59), Rochina (José Carlos, m.24) y Larrivey (Longo, m.69).
Goles: 1-0, m.15: Cristiano Ronaldo. 2-0, m.55: Carvajal. 3-0, m.68: Bale. 4-0, m.70: Bale. 5-0, m.77: Morata.
Árbitro: Delgado Ferreiro (comité vasco).
Incidencias: encuentro correspondiente a la 31a jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 56.674 espectadores. Llovió durante todo el partido.
✕
Accede a tu cuenta para comentar