F. C. Barcelona
A la sombra de Messi
Bartomeu medió entre Luis Enrique y el crack argentino y, a partir de ahí, el Barcelona despegó
Firmado el «triplete» por Luis Enrique, el último servicio de Josep Maria Bartomeu al Barcelona, antes de retirarse a los cuarteles de verano para acercarse a las urnas, fue prorrogar un año más el contrato del entrenador. No se hubiese entendido una rescisión de «Lucho» con los éxitos conseguidos y tapó esa gotera al conseguir la continuidad del técnico; pero fue aún más allá y le arrancó un compromiso de una temporada más en el banquillo, hecho que sus adversarios electorales criticaron durante la campaña.
Bartomeu cedió el testigo a la gestora con los deberes más importantes hechos, tras la consecución de la«Champions», la Liga y la Copa, y un par de problemas por resolver: contentar al entrenador con los fichajes que pidió: Arda Turam y Aleix Vidal. Siguieron los interinos las instrucciones a costa de aparecer ante los ojos de Laporta, Benedito y Freixa como traidores a la patria. Ficharon a ambos. La contratación del turco fue recibida con alborozo por Luis Enrique y Bartomeu y con tibieza por los otros tres candidatos. Hasta que el entrenador se pronunció: «Son los dos fichajes que pedí». A partir de ahí, Laporta, que no tuvo al asturiano decididamente entre sus filias, se declaró poco menos que hincha del turco y Benedito y Freixa lo asumieron. Sería absurdo navegar contra la corriente favorable del entrenador, cuyos éxitos han sido los pilares de la victoria de «Barto». El «triplete» y los dos fichajes suman; pero lo que nadie en Barcelona y sus alrededores cuestiona es que con Messi todo resulta más fácil. Después del partido en San Sebastián con la Real Sociedad y de que el presidente mediara entre el técnico y la estrella, el cielo se abrió, salió el sol y el Barça comenzó una escalada triunfal liderada por el crack argentino. Messi facilitaba goles, los metía, hacía prodigios con el balón, hilaba jugadas sublimes, sentaba rivales y se acercaba a la portería contraria como viento huracanado.
Toda la destreza y la magia que Leo despliega en el Barça no surge en la selección de su país ni con tanta asiduidad ni con esa brillantez. No termina de triunfar en Argentina y en el Barça nadie le discute. Es más, todos crecen a su sombra, incluido Bartomeu, el presidente y luego candidato que selló la paz en el vestuario. Contribuyeron a la consolidación del entrenador y a los éxitos del equipo otras dos figuras apadrinadas por la «Pulga», Neymar y Luis Suárez. La efervescencia del brasileño mejora las prestaciones del Barça y la aportación del uruguayo en la delantera consolida el proyecto. Bartomeu regresa con una plantilla consolidada.
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