Copa Confederaciones

Ahora, el Mundial

LA SELECCIÓN ESPAÑOLA, unida antes del comienzo mientras sonaba el himno
LA SELECCIÓN ESPAÑOLA, unida antes del comienzo mientras sonaba el himnolarazon

«Al "jogo bonito"de España le quedan dos años», ha dicho Luis Felipe Scolari, seleccionador brasileño, «enemigo» número uno de Del Bosque y de la Selección. De sus palabras se deduce que España sigue manteniendo el cartel de favorita para el Mundial del próximo año en Brasil, objetivo definitivo –quizá, no tiene por qué ser el fin de un ciclo– de un equipo, que en 2008 comenzó, de la mano de Luis, su etapa triunfadora y que todavía no le ha puesto freno a su ambición futbolística.

Han sido años de vino y rosas, de gloria, de ser admirados en todos los confines de la tierra porque España con su juego (el famoso «tiqui-taca» de los pequeños) ha maravillado, ha ganado y se ha convertido en un referente para las demás selecciones, que se han mirado en nuestro espejo para tratar de emularnos.

Treinta y cuatro años tuvieron que pasar –desde la Eurocopa del 64, con el gol de Marcelino y Franco en el palco del Bernabeú, hasta el gol de Torres a Alemania en Viena– para que la Selección volviese a ganar. Y desde entonces no ha parado. Luis dio el testigo a Del Bosque, que ha multiplicado los éxitos del «Sabio de Hortaleza». Un Mundial y otra Eurocopa en el haber español, forjado en un juego espectacular, dando siempre la cara en partidos oficiales y convenciendo al personal de que se puede jugar con falso «9», con delantero centro puro, con dos pivotes o con uno solo. El seleccionador ha sabido dar con la tecla cuando se trataba de un compromiso decisivo, como sucedió en el encuentro frente a Francia en Saint Denis. Era necesario el triunfo y se logró a base de esfuerzo, sacrificio y buen juego. Y es que España nunca renuncia a su modelo. Puede haber variaciones con el delantero centro, pero la posesión de la pelota y el toque es la piedra angular de un equipo que es un auténtico lujo.

Casillas, Piqué, Ramos, Busquets, Xabi Alonso (ahora ausente), Xavi, Iniesta y Pedro han sido el esqueleto principal de una Selección que llegará el próximo año a Brasil (todavía la clasificación no es oficial) con ganas de repetir éxitos. El azulgrana Xavi, el jugador de más edad, se dosificará para estar en condiciones. Nadie sabe lo que puede pasar a tan largo plazo, pero relevo generacional hay. Isco, Thiago e Illaramendi piden paso y podrán echar una mano a «La Roja». Lo han demostrado en el Europeo sub'21 y con un año más de experiencia sus prestaciones tienen que ser mayores. Para ello tendrán que jugar asiduamente en sus respectivos equipos. Al margen de los tres, habrá otros futbolistas –De Gea, Íñigo Martínez– que también piden paso.

Los rivales, si el panorama no cambia, serán el anfitrión Brasil y Alemania. En el siguiente escalón están la Argentina de Messi, Italia, Francia y Holanda. En la actualidad, sin levantar la bandera del patrotismo, España está un peldaño por encima de todas ellas. Los números y el juego lo dicen. El reto de ganar en Brasil no es, pues, una quimera.