Madrid
El triunfo de los otros
Saúl, Jackson, Óliver y Dedechko, en propia meta, hicieron los goles ante un Astana entregado. Buenos detalles de Carrasco.
Para el Astana jugar la Liga de Campeones es como el viaje de fin de curso para los alumnos que acaban el bachillerato. Venir a España y jugar en el Calderón –la temporada pasada estuvieron en Villarreal– es un premio y un escaparate para explicar que el fútbol de Kazajistán aprende poco a poco de las grandes competiciones europeas. Además, el equipo jugó con hándicap porque está más preocupado de su competición doméstica y Stoilov tiró de los suplentes para tratar de darle guerra al Atlético.
Simeone, al que le molesta que no haya ninguno de sus discípulos nominados al Balón de Oro, apostó por algunos cambios porque el domingo amenaza el Valencia, pero la prioridad era conseguir los tres puntos ante un rival aguerrido, peleón e inferior en lo táctico y en lo técnico. Era partido para Jackson –el colombiano tiene que salir del cascarón algún día– que le debe a los rojiblancos un puñado de goles. También hubo oportunidades para Savic, Siqueira y Carrasco, que se ganó en Anoeta la titularidad.
Y el guión lo hubiera firmado el propio Simeone. Desde el principio el mando fue del Atlético. Maniobró a su antojo ante el disciplinado Astana, al que le asustaba salir de la cueva, y poco a poco el conjunto kazajo fue madurando. Sin llegar a la excelencia, al Atlético le bastaban las ganas y el interés de Jackson y Saúl; las arrancadas de Carrasco y Griezmann y el buen oficio del resto para lograr su objetivo.
Un córner, una acción certera de Carrasco y un espectacular tanto de Saúl, que remató de espuela, en posición complicada, a la red. Abatido el Astana todo ya fue más sencillo. Remates, paradas de Eric y ocasiones antes de que Jackson hiciera un gol tras remate a la media vuelta. Sonrió Simeone, aplaudió el Calderón y más jugadas de peligro hasta el descanso porque el Atlético fue de menos a más y mejoró en su juego.
La segunda parte nos ofreció más triangulaciones, un gol de Óliver, perfecto en la definición, y jugadas de Correa a las que se sumaron las galopadas de Torres, que no es centenario como goleador porque se le adelantó Dedechko. Simeone movió el banquillo y sus conclusiones deben ser positivas. Marcó Jackson y Saúl, Óliver y Carrasco ofrecieron un buen repertorio de jugadas individuales y detalles de mucha clase. El grupo aumenta y el partido sirvió para que la gente se fuera contenta. Notable para un Atlético muy superior y líder del grupo.
- Ficha técnica:
4 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Siqueira; Gabi, Tiago (Óliver, m. 46), Saúl; Griezmann (Correa, m. 58), Jackson Martínez (Fernando Torres, m. 67) y Yannick Carrasco.
0 - Astana: Eric; Beysebekov, Postnikov, Dedechko, Ilic, Akhmetov; Schetkin (Kulbekov, m. 80), Zhukov (Pikalkin, m. 63), Muzhikov (Kozhamberdy, m. 83), Kethevoama; y Kabananga.
Goles: 1-0, m. 23: Saúl Ñíguez remata de tacón un pase de Carrasco tras una jugada ensayada de saque de esquina. 2-0, m. 29: Jackson, con un disparo a la media vuelta dentro del área. 3-0, m. 63: Óliver, de vaselina. 4-0, m. 88: Dedechko, en propia puerta.
Árbitro: Aleksei Kulbakov (Bielorrusia).
Incidencias: partido correspondiente a la tercera jornada del grupo C de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 40.000 espectadores.
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