El cara a cara: ¿Está ninguneando Luis Enrique a Xavi?

Bajonazo a traición sin excusa

Alfredo Duro

Qué lejos quedan aquellos tiempos, te acuerdas querido Quim, en los que todo el barcelonismo proclamaba a Xavi como el mejor jugador nacional de la historia de nuestro fútbol. Tiempos en los que gente como tú os desesperabais en el intento de hacernos creer que los éxitos de nuestra Selección y ese fútbol inigualable correspondían al talento de unos cuantos del Barça, muy especialmente a Xavi. A este Xavi que ya desde el final de la pasada temporada se le enseña de forma oscura y siniestra la puerta de salida. Luis Enrique apunta a convertirse en la gran pesadilla de Xavi. Triste papel. Triste destino.

- Doble moral barcelonista

¿A qué juega Luis Enrique con Xavi? ¿Cómo es posible dominar esa doble moral que siempre aparece en el Barcelona? ¿Pretendes convencerme de que, ausente Iniesta, Xavi chupa banquillo y se queda mirando como si tal cosa a Rafinha y Rakitic? ¡Y ya van dos! Supongo, Quim, que desde la vergonzosa prohibición en Cataluña de la fiesta nacional, se os escapa el profundo y riquísimo significado de las suertes. Me refiero a las suertes de la tauromaquia que tantas tardes de gloria dio la Monumental de Barcelona. La fundamental de ellas consiste en entrar a matar. De frente y por derecho dicen los cánones que debe hacerse. Pues eso, querido, de frente y por derecho le ha metido Luis Enrique a Xavi un bajonazo infumable que sólo puede dar vergüenza. Por cierto, fue salir Xavi en Villarreal y aparecer el gol de la victoria para tu gente.

- El futuro que le espera

Todo esto confirma lo del maestro Domingo Ortega: «En el toreo, todo lo que no sea cargar la suerte no es torear sino destorear». Éste es el destino que Luis Enrique le enseña a Xavi, el de no cargar la suerte y destorear. El de desconfiar en esa suerte que Xavi cargó mejor que nadie y hacer que la temporada del Barça sea un destoreo continuo. Y no puede ser así. Porque es fácil sacar a Xavi a falta de un cuarto de hora cuando pintan bastos y el partido está como está y encima soltar aquello de «pónmelo en suerte». Aquí el maestro sigue siendo Xavi. Y Luis Enrique debería saberlo. ¿Y tú, Quim, tú lo sabes?

El capitán ya estaba avisado

Quim Domenech

Luis Enrique se lo dejó claro: no contaba con él. Xavi buscó una salida y no la encontró. Si el técnico le hubiera querido ningunear, ayer Xavi no habría ni viajado a Castellón. Sin embargo, el entrenador azulgrana le ha tratado como a uno más. El primer día le descubrió las cartas y Luis Enrique ha sido consecuente hasta hoy. Considera que Xavi ya no está para ser titular, ha acabado su ciclo en el Barcelona y hay que dar paso a la nueva generación que tan bien representan Rafinha y Sergi Roberto.

- Un rol secundario

Y aunque el «Lucho» considere que Xavi puede sumar en momentos clave e incluso haya accedido a darle la capitanía, lo cierto es que va a tener un rol secundario. El mejor ejemplo lo tienes ayer en El Madrigal. Los últimos 20 minutos fueron para Xavi, hizo jugar al equipo y movió el balón de un lado a otro. Casualidad o no, con su cambio llegó el gol y la victoria. Déjate de hacer historia, Alfredo. Fíjate que hasta tú hablas en pasado. La nostalgia, para los museos. El Barça necesita sangre nueva y sobre todo que juegue quien lo merezca. A diferencia del Madrid, aquí las alineaciones se harán sin mirar el nombre ni el dorsal.

- Nadie es intocable

Ya que te gusta tanto hablar con símiles taurinos, te diré que Luis Enrique sabe torear perfectamente esta situación y no tiene que solucionar nada porque le ha dejado muy claro al jugador su papel. El vestuario también es consciente de que aquí no hay nadie intocable. Xavi, como el resto, debe trabajar y luchar para ser titular. Y, de momento, la fórmula funciona. Primero Munir y ayer Sandro. Los jóvenes llegan pisando fuerte y hay que darles oportunidades. Entérate Alfredo, eso es confianza en la cantera.

- Bendito problema

Y con el capitán fíjate cómo han cambiado las cosas: el año pasado el Tata Martino cambiaba a Xavi cuando el Barça iba perdiendo, mientras que esta temporada le utiliza para ganar. Te quedas sin argumentos, el partido de anoche demuestra que Xavi asume su nuevo rol y si eso es un problema... ¡Bendito problema!