Brasil

El Chiringuito de Pedrerol: Si Puyol estuviera aquí...

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Nadie habla de él. Nadie se acuerda de él. Pero sería impensable ver a la Selección bajando los brazos ante Holanda y Chile si Puyol hubiera viajado a Brasil. Él fue el nexo de unión de aquella imparable Selección que sometió a todo el mundo durante seis años, aunque ese mérito se lo hayan atribuido a otros. Por su coraje, su orgullo, su garra y su fútbol. Por ir siempre hacia adelante, siempre tirando del grupo sin desfallecer. Por hacer de intermediario en las guerras entre Real Madrid y Barcelona. Porque contribuyó como nadie a crear y mantener ese grupo humano que nació con Luis Aragonés y que ahora, tristemente, se está rompiendo a marchas forzadas. ¡Cómo te echamos de menos, capitán!

Nadie se habría borrado

Si Puyol hubiera estado en estos últimos entrenamientos, sería imposible encontrar a un solo jugador que quisiera borrarse del partido frente a Australia. No habría permitido bajo ningún concepto esa dejadez en sus compañeros ahora que termina un ciclo glorioso. Él habría alimentado esa falta de hambre que denunció Xabi Alonso y habría hecho comprender a todos que el último partido también es importante. Que hay que irse con orgullo y corazón. Por todo ese país que está detrás de la Selección y que ha sufrido estos días. El mismo país que le levantó hacia las nubes de Suráfrica en las semifinales ante Alemania. El país que le ayudó a quedarse suspendido en el aire. El país que remató de cabeza con su melena al viento para batir a Neuer y meter a España en la primera final mundialista de su historia. El país que se dejó la garganta con él y con todo el equipo. ¡Cuánta falta hacen jugadores como tú, Carles!

Se mereció el Príncipe de Asturias

Más que nadie, Puyol se mereció aquel Príncipe de Asturias de los Deportes. Siempre en la sombra, trabajando como el que más, se ganó como nadie todas esas medallas y reconocimientos que les colgaron a otros compañeros. No puedo evitar acordarme de ese jugador que durante toda su carrera, en el Barça y en la Selección, fue, del primer día al último, un ejemplo para todo el mundo, que nunca se dio por vencido ante las dificultades y que con su profesionalidad y su compromiso obligó permanentemente a sus compañeros a dar siempre lo máximo para no quedar en evidencia. Baresi le describió una vez como un defensa «que pone la cara donde otros no se atreven a poner la pierna». No pudo escoger mejor las palabras para definir al central. Ésa es la esencia de Puyol. Y me tengo que preguntar qué habría pasado en caso de estar en el Mundial. ¡Qué poco te valoramos cuando te partías la cara por todos!

«Este partido lo juego yo»

Desde este humilde contraportada de LA RAZÓN, yo brindo por ti, Carles. Y me pongo de pie para darte las gracias por todo lo que has hecho. Porque sé que tú, ahora que muchos dan un paso atrás, lo hubieses dado al frente sin dudar. Y hubieras dicho: «Vicente, puedes contar conmigo. Hay que acabar con la mayor dignidad posible el Mundial. Este partido tan incómodo lo juego yo».