El Sevilla vence a la lluvia y al Basaksehir

El conjunto de Berizzo encarrila su pase a la fase grupos de la Liga de Campeones con los goles de Escudero y Ben Yedder.

Si no mete la pata hasta la ingle, el Sevilla disputará la Liga de Campeones por tercera temporada consecutiva. Hay que tirarse al callejón como Morante en las tardes malas para dejar escapar un 1-2, el conseguido anoche en el campo del Basaksehir de Estambul gracias a los goles de Escudero y, cuando Elia había empatado, Ben Yedder, quien mandó a la caja el primer toque de balón de Navas en su segunda etapa como sevillista. La puso de dulce el Niño Jesús nada más salir al campo y el francés le dio la réplica con un taconazo virtuoso que deja encarrilado el pase.

Nunca es tan ardiente como lo pintan el infierno turco ni se come a nadie el ogro sarraceno. Que la primera ocasión fuese para el conjunto local se debe exclusivamente a la permisividad de Mercado, que compone con su compatriota Montoya una banda derecha rayana en lo humorístico. Desentonan estos dos agrestes jugadores en el coro de buenos peloteros de Berizzo como un gato pisado entre los Niños Cantores de Viena, pero los entrenadores tienen estas cosas. El lateral, al minuto, picó en un amago de Elia y el holandés se plantó en las barbas de Sergio Rico, que repelió su disparo a romper con ambos puños.

Fuera de ese susto inicial y a pesar de una tromba de agua que obligó a cambiar de botas a la mitad del elenco, la primera mitad fue un monólogo de un Sevilla en el que Banega mandaba como si nunca se hubiese ido a Italia y Lenglet se bastaba para sujetar a Adebayor, quien con oficio aunque realmente avejentado constituía el único argumento ofensivo del Basaksehir. Una combinación de Éver y Correa despejó a Escudero un pasillo por el que el vallisoletano incurrió y, al primer toque, la puso en el poste imposible para Babacan. El torpedo fue de impresión y el agua, encima, lo aceleró. Los nervios, con ese gol, se calmaron al cuarto de hora.

Pudo, y debió, el Sevilla sentenciar el caso en el tramo final de la primera parte, cuando los veteranos jugadores estambulíes dieron la impresión sacar bandera blanca. Ben Yedder, torpe al tropezar con un centro raso, y Correa, que se enredó con un pase en profundidad de Banega, debieron marcar el 0-2 que el retornado mediocentro también rozó con un disparo que desvió Babacan. En la segunda parte, con el campo bastante pesado a causa de la lluvia, el Sevilla mostró unas carencias físicas excusables por el verano. Encontró el rival un segundo aliento para cercar a Rico, que evitó la igualada con dos paradas extraordinarias pero la concedió con un tiro raso de Elia. Exudó miedo el equipo de Berizzo en ese tramo del partido... hasta que el entrenador decidió sacar a los buenos.

Con Nolito asociado a Banega, ya respiró el Sevilla y volvió a acercarse a la portería turca, que quedó expugnada en el primer balón que tocaba Jesús Navas. Allí donde Correa se había estrellado veinte veces, encontró el crack un milímetro para filtrar un centro raso que Ben Yedder enjauló con la espuela. Es lo que tiene jugar con los mejores futbolistas.

Ficha técnica:

1 - Basaksehir: Volkan Babacan; Caiçara, Attamah, Epureanu, Clichy; Mahmut, Emre Belozoglu (Inler, m.83), Mossoró (Napoleoni, m.82) Visca (Kerim Frei, m.63); Elia y Adebayor.

2 - Sevilla: Sergio Rico; Mercado, Nico Pareja, Lenglet, Escudero; N'Zonzi, Pizarro; Montoya (Nolito, m.63), Éver Banega, Correa (Jesús Navas, m.82); y Ben Yedder (Krohn-Dehli. m.86).

Goles: 0-1, M.16: Escudero. 1-1, M.65: Elia. 1-2, M.84: Ben Yedder.

Árbitro: Clément Turpin (Francia). Amonestó a los visitantes Mercado (m.29) y Pizarro (m.55) y al local Emre Belozoglu (m.67).

Incidencias: Partido de ida de la eliminatoria previa a la fase de grupos de la Liga de Campeones. Disputado en el estadio Basaksehir Fatih Terim, con cerca de dieciocho mil localidades de capacidad y al que acudieron unos diez mil espectadores, de ellos un centenar de sevillistas. Terreno en buenas condiciones que se empeoró progresivamente por la fuerte lluvia que cayó.

EFE