Real Madrid
El Sevilla desarma al Madrid (3-0)
Hace una el Madrid bailaba contra el Roma en un encuentro esplendoroso de los de Lopetegui. En Sevilla, de manera inesperada, fue desarmado por un Sevilla con más espíritu desde el principio. En una semana cambia el fútbol y cambia el punto de vista de los equipos. Si lo de la Roma fue un modelo a seguir, el encuentro en el Sánchez Pizjuán es un aviso, un golpe duro pero recuperable para Lopetegui y sus jugadores. Lo peor es que el Madrid no apareció durante cuarenta y cinco minutos, atado por el rival, por su ánimo decaído y porque hay jugadores, entre ellos Marcelo o Benzema, que no están para casi nada. La mejor noticia es que el repaso duró cuarenta y cinco minutos y que ya pasó. Desde el punto de vista pesimista, se verá que este equipo no ha dado la talla en las dos salidas duras que ha tenido y que da la impresión de que falta carácter. Desde un punto de vista más optimista, se puede pensar que Sevilla siempre ha sido un trago para el Real Madrid y que se ha pasado por el Sánchez Pizjuán sin perder puntos contra el Barcelona.
Porque tenía que ir a muerte el Madrid tras la derrota del Barcelona en Leganés y lo que pasó es que murió pronto y casi de manera escandalosa ante el entusiasmo y el buen encuentro del conjunto de Machín, superior en todas las zonas del campo y que si no marcó más goles en la primera mitad fue por el palo o por la mala puntería. Se fue el encuentro al descanso con tres goles para los locales y parecieron pocos. El Madrid no sabía por dónde empezar y cada vez que veía llegar a Navas, por la derecha, como si al sevillista no le pesasen los años, temblaba y razón. El lateral derecho ha aprovechado su sabiduría de extremo y su eterna calidad para ser aún mejor con el paso del tiempo. Ocupa más campo y sabe dónde hacer daño al enemigo. Es decir, atacar el lado de Marcelo. Por ahí se empezó a escapar el choque a los de Lopetegui y nunca más encontró el hilo ni el balón ni siquiera la pasión para entrar en el choque.
Desarticulado, el Madrid deambuló sin nada más que agarrarse que las jugadas inviduales de Bale, el único que durante algunos instantes dio señales de vida. El conjunto, ayer de rojo, fue un zombie, sin alma. La baja de Carvajal está siendo más determinante de lo esperado. Odriozola estaba tocado y le tocó a Nacho ocupar ese lugar, pero le faltó agilidad. Marcelo no dio ni una buena noticia por el otro lado y sin bandas para respirar, bien tapado por el Sevilla, el Madrid buscaba el centro, donde no había nadie entre líneas. A veces Casemiro, pero no es su lugar. Todos pasaron de puntillas y los cambio de Lopetegui no dieron ningún fruto. En la segunda mitad, colocó a Casemiro casi de central para intentar que los laterales subiesen más arriba. Sólo Bale y un gol de Modric anulado por el VAR dieron aire al Madrid. Es verdad que se acabó la agonía y el Sevilla no le hizo mucho más peligro, pese a que tras los cambios, se lesionó Marcelo y el equipo acabó con diez, esperando que la noche se acabara y amanezca y todo esto se pueda olvidar
Fue impotencia lo del Madrid ante un Sevilla que volaba. Empezó con dudas y en tres partidos parece capaz de alcanzar la luna el equipo de Machín. Decía el entrenador que sabía cómo hacer daño al Madrid y se quedó corto el entrenador sevillista, que el año pasado también amargó al conjunto blanco cuando entrenaba al Girona. Pasó por encima, con Navas haciendo de la banda derecha un lugar decisivo y Banega ordenando desde el centro del campo como en sus buenos días cuando es capaz de hacer todo lo que imagina. No dudó nadie en el equipo andaluz. Fuertes los centrales, goleadores los delanteros, saliendo rápido y encerrando a un rival que en una semana ha cambiado radicalmente de cara.