Los jugadores del Real Madrid ya están de vacaciones. Pero son los únicos. El resto del club está programando la temporada que viene, en la que, si todo va como está previsto, Rafa Benítez dirigirá desde el banquillo. El entrenador llegará a Madrid pasado el fin de semana, cuando haya terminado la Liga italiana y ya se sepa si el Nápoles entra o no en «Champions». Es el último reto que le queda al entrenador madrileño: se enfrenta al Lazio y el ganador se clasifica. Es un asunto de vital importancia y, por eso, en el Real Madrid se ha parado su contratación hasta que termine su trabajo. Ayer, su representante, Manuel García Quilón, cuando le volvieron a preguntar fue muy claro: «Rafa Benítez es el entrenador del Nápoles», contestó. El jueves, el presidente del club italiano y Benítez han convocado una conferencia de prensa.

Nadie duda, sin embargo, de que se llegará a un acuerdo con el Madrid y será presentado. Y entonces, habrá que empezar a confeccionar la plantilla para la próxima temporada. Hasta ahora, el único fichaje seguro para la primera plantilla es el brasileño Danilo, el lateral derecho del Oporto, que llega para hacer la competencia a Carvajal. Y se supone que se marchará Arbeloa.

El resto aún está por hacer. Desde lo que suceda en la portería con la llegada de De Gea hasta el posible fichaje de un delantero centro si se va Chicharito. En el Liverpool, Rafa Benítez tenía gran poder de decisión en lo que se refería a las altas y a las bajas, pero casi no pudo elegir después, cuando estuvo brevemente en el Chelsea o en el Inter. Fue en el Nápoles, tras la venta de Cavani, cuando el entrenador español tuvo dinero y pudo elegir una serie de jugadores (Callejón y Albiol, entre ellos) para configurar un equipo más o menos competitivo.

En el Real Madrid esperan sentarse definitivamente con el actual técnico del Nápoles y entre ambas partes decidir qué se hace con la plantilla. Benítez no va a tener poder absoluto, tendrá que moldearse a lo que le pide el club y en el Santiago Bernabéu ya saben que se van a encontrar con un entrenador que va a plantear una serie de exigencias.

Por último, tanto Benítez como el Madrid tendrán que ver si se cumple una de las ideas que se estaban manejando en las oficinas del club estos días: que el preparador físico no dependa del entrenador y sí de la entidad. Rafa Benítez lleva desde Liverpool trabajando con Paco de Miguel.