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Xavi o el fin del «esto es lo que hay»

El nuevo entrenador del Barcelona dirige su primer partido: el derbi contra el Espanyol. Cambia el discurso de Koeman y asegura que el equipo «tiene talento» y que deben pelear por los títulos

Xavi, en el último entrenamiento del Barcelona antes de recibir al Espanyol, partido que supondrá el estreno del nuevo técnico
Xavi, en el último entrenamiento del Barcelona antes de recibir al Espanyol, partido que supondrá el estreno del nuevo técnicoALBERT GEAREUTERS

«Estoy menos nervioso que cuando era futbolista», dice Xavi. El tiempo de las charlas, de las presentaciones al grupo, del trabajo en los entrenamientos, de las explicaciones de sistemas y de ideas, de si presionar arriba o del juego de posición, da paso a la práctica, al partido de verdad. El nuevo entrenador del Barcelona debuta en un encuentro además emotivo, por tratarse de un derbi contra el Espanyol, y a falta de ver lo que sucede en el campo lo que sí hay es un cambio de discurso. Se había instalado el conjunto azulgrana en un mensaje algo derrotista desde que Piqué dijo, después de ser superados con claridad por el Bayern, aquello de «es lo que hay», un poco mal entendido, porque el central añadió un «ahora», por lo que hacía referencia principalmente a las bajas, pero Koeman siempre intentaba explicar lo mismo: que la exigencia no podía ser la de años precedentes porque estaban en transición y en la elaboración de un equipo de futbolistas muy jóvenes para el futuro. No gustaba ese pensamiento entre los mandatarios. Xavi cambia un poco esa idea. «El talento lo tenemos», dijo el técnico, y lo repitió en un par de ocasiones. «El objetivo es ir ganando. No estamos en la mejor posición en la Liga ni clasificados en Champions, donde podemos quedar eliminados, pero eso no es el objetivo. El objetivo es ser positivos e ir remontando: el Barça tiene que pelear por los títulos. A ver hasta dónde llegamos», añade.

Hasta el jueves no pudo dirigir una sesión con todos los jugadores, salvo los lesionados. Se han ido incorporando poco a poco los internacionales, pero le vale. Trata de mandar un discurso positivo: «Lo que he visto me ha gustado: intensidad, ritmo...», afirma. Su primera labor es más anímica que deportiva, levantar la moral de los jugadores y de unos aficionados que incluso tienen el Camp Nou medio despoblado, pese a que se terminaron las restricciones por la pandemia. «Ya no es sólo un tema profesional, es sentimental: yo soy del Barça y eso no va a cambiar me vaya bien o mal. Voy a transmitir que somos el Barça y tenemos que dar el cien por cien. Mucha gente está pendiente y no podemos fallar, al menos en valores, esfuerzo... El público debe sentirse orgulloso incluso cuando no ganemos», prosigue.

Con este pensamiento pretende vertebrar el club de abajo arriba, después se verá si la calidad de la plantilla es suficiente para luchar por algo o simplemente para sobrevivir y no quedar fuera de los cuatro primeros puestos, pues sería un desastre no estar en la próxima Liga de Campeones. Una de las normas de su código de conducta («Son unas normas de convivencia sin más. Se ha dado mucha importancia a las normas y no la tiene, no hace falta gritar ni ser un sargento», explicó Xavi) es que en el entrenamiento de la semana es cuando se gana el puesto para el fin de semana. «Cuento con todos», expresa como desafío. Será como una vuelta a empezar para muchos futbolistas que estaban en horas muy bajas, como por ejemplo Coutinho, sobre el que el preparador catalán fue claro: «Tiene que recuperar la confianza. Reencontrarse consigo mismo. Puede regatear, llegar al área, meter goles... Nos puede ayudar mucho. Tendrá sus oportunidades porque a mí me gusta. Es una cuestión anímica, porque el talento lo tiene», dijo sobre el brasileño. Riqui Puig es otro que tendrá una nueva oportunidad después de no haber convencido ni a Valverde ni a Setién ni a Koeman. Lanzó un guiño Xavi hasta a Luuk de Jong, el jugador que parece en peor posición porque su estilo no casa nada con la idea que tiene el técnico para el equipo.

La falta de puntería era otro lugar común en las explicaciones de Koeman. No repite el argumento el nuevo entrenador, pero sí admite que son demasiadas bajas en ataque. En el imaginario de todos está que, como le gusta jugar con dos extremos muy abiertos, allí se verá a Ansu Fati y Dembélé, al que ha cuidado especialmente, pero ninguno de los dos está disponible para el estreno. Ellos dos más Braithwaite y Agüero se pierden el derbi, de ahí que es posible ver en el once titular a algún joven como Abde, que ya dispuso de minutos con Sergi Barjuan. «Puede haber sorpresas», admitió Xavi. «Aunque todavía no he decidido el once titular», añadió.