El Barcelona remonta con polémica en Elche (1-2)

Un penalti de esos que dará que hablar: regateó Memphis a Barragán y el defensa termina dando el balón con el codo en un gesto instintivo. El jugador azulgrana protesta un poco, compañeros como Piqué, más, y se ganó una amarilla. Pero el córner no se sacó porque la acción se estaba revisando en el VAR y al árbitro, Hernández Hernández, le dicen que la vaya a ver. Y en plena revisión, mientras observa en el monitor lo sucedido, hace el gesto de que ha sacado el codo, de que lo ha movido, seguramente por instinto. Y ahí ya se sabe que ha tomado una decisión: pita penalti y el lío está servido. Lo ejecuta Memphis de forma impresionante, todo sea dicho, y culmina la remontada del Barcelona ante el Elche, pero no supone el fin de la bronca, porque casi en la siguiente jugada a Jordi Alba también le da el balón en la mano, aunque la tiene en una posición natural y está de espaldas. No dicen nada desde el VAR y el partido sigue ya con todo enrarecido, con la grada enfadada, con los jugadores calientes, con bronca final entre Xavi y Francisco, los técnicos... Pero el marcador no tiene más movimientos y los azulgrana suman su tercer triunfo seguido en Liga en un encuentro en el que había sido protagonista Ferran Torres para bien y para mal.

El extremo, titularísimo para el entrenador del Barcelona, salió justo después del descanso para intentar ayudar a solucionar un partido que se había puesto del revés a su equipo y no tardó en empatar, pero después tuvo hasta tres oportunidades que no concretó y que eran muy claras. Tiene el mérito de saber moverse y ver por dónde puede ir el peligro. Se genera muchas oportunidades, pero de momento le falta acierto desde que aterrizó en el Camp Nou. También hay que dar mérito a Edgar Badía, que sobre todo en una tiró de reflejos para despejar un balón que parecía imposible. También Ter Stegen voló en un disparo de Pere Milla cuando el resultado era de empate a uno. Había enloquecido el duelo después de un gran arranque de segunda parte. A continuación llegaría toda la polémica y ese final que traerá cola.

El Elche lamentó lo cerca que estuvo de puntuar después de hacer un buen planteamiento de salida. Fue significativo cómo se llevaron las manos a la cabeza Pedri, Aubameyang... Le estaba costando al Barcelona superar a su rival en el arranque y tener ocasiones. Pero la que logró fue inmejorable y aunque el primer remate de Dembélé no fue bueno, el rechace se le quedó a Frenkie de Jong facilísimo, pero disparó justo donde estaba Diego González y el defensa despejó en la línea. Xavi, por cierto, también se llevó las manos a la cabeza. El Elche lo estaba poniendo muy difícil, y más todavía cuando Fidel aprovechó un despeje de Pedri hacia atrás para marcar justo antes del descanso. Fue como si el canario hubiera dado una asistencia filtrada perfecta en la dirección contraria, con Alves lento de reacción. El Martínez Valero lo celebró por todo lo alto. Justo antes del descanso encontraba la recompensa a una primera parte muy trabajada, con vigilancias constantes a Busquets para que el fútbol de su oponente no fluyera y con un esfuerzo extraordinario de Lucas Boyé para pelearse con Piqué y Araujo en los balones largos.

El Barcelona vivía básicamente de las acciones de Dembélé, como siempre cuando está en el campo. Es el foco del ataque porque es el futbolista con más desborde, pero no llegaba, también como tantas veces, a plasmar su superioridad en algo más serio. Frenkie de Jong perdonó otro mano a mano, que le paró Badía, justo después de que Tete Morente también mandara alta una pelota suelta en el área. Era en realidad un encuentro igualado que desequilibraba el tanto de Fidel.

Dembélé insistió nada más volver del descanso y esta vez su centro sí terminó en el tanto de Ferran Torres, después de que antes la tocara Jordi Alba. El veterano lateral izquierdo volvió a ser una de las fuentes principales de peligro del Barcelona. Su influencia en ataque sigue siendo mucha. La última apuesta de Xavi fue la entrada de Adama y Memphis, por un desdibujado Aubameyang. El neerlandés lanzó la pena máxima convirtiendo su pie en un lanzamisiles.