LaLiga
Un Barcelona de escuadra y cartabón tampoco falla ante el Villarreal (0-1)
El equipo de Xavi marca en una combinación milimétrica entre Lewandowski y Pedri y sus centrales le sostienen en el segundo tiempo
Una jugada de una precisión milimétrica permitió al Barcelona ponerse por delante ante el Villarreal. Escuadra, cartabón y gol. Raphinha a Pedri, pared con Lewandowski y gol del canario colándose por el centro de la defensa. Está el centrocampista con la mejor relación de su vida con la portería contraria. Le pedía su entrenador más tantos y parece que se lo ha tomado muy a pecho.
Ya estaba siendo el jugador destacado antes de marcar porque se movía bastante suelto y podía recibir, girarse y pensar. Su primer pase filtrado dejó solo a Lewandowski delante de Reina, pero el portero fue mejor en el mano a mano. El encuentro acababa de empezar y las cartas estaban ya sobre la mesa. El Villarreal iba a jugar con el mismo riesgo que su rival, presionando y tirándose muy arriba. El gol lo encajó después de una pérdida en la salida. Estuvo más fino el Barça a la hora de perseguir la pelota después de perderla, mejor colocado, y por eso se convirtió en el principal dominador. Parece que Xavi ha dado con una alineación que podría decirse titular, con los cuatro centrocampista, aunque esta vez uno era Kessie en lugar del lesionado Busquets. Hizo un fantástico trabajo defensivo. Intentó igualar el número de futbolistas en esa zona Quique Setién, pero tuvo que cambiar de plan poco después de la media hora por la lesión de Coquelin, que parece grave. Fue descorazonador escuchar sus gritos mientras se lo llevaban en camilla. Perdonó Lewandowski el segundo y se fue apagando un poco el Barcelona, perdiendo precisión. El Villarreal estuvo a punto de empatar en una carrera de Morales. Ter Stegen aguantó y el atacante amarillo pensó que había visto el hueco al lado derecho del portero, pero no logró colocar la pelota ahí. Era poco espacio y el balón tocó la red por fuera.
Fue la gran ocasión del conjunto local, aunque se mejoró mucho en la segunda parte. Con un par de ajustes, los chicos de Setién apretaron con más sentido tras el descanso y empezaron a recuperar más pelotas. El encuentro se afeó un poco, con más fallos, sin dueño, y entonces llegó el momento de que el Barcelona presumiera de centrales. El trabajo de Christensen y Araujo fue espectacular, ganando prácticamente todos los duelos. Yeremy Pino lo intentó todo, se desmarcaba, hacía controles impresionantes, pero siempre tenía una sombra encima para quitarle el balón en el momento preciso. Araujo tiene un físico y una velocidad envidiables e iba al corte sin dudar y con acierto. En ataque, Raphinha perdonó el segundo y el encuentro terminó en el área del Barcelona.
El Villarreal lo intentó hasta el último momento con la embestida final, con muchos jugadores de ataque, con pelotazos largos e incluso con Reina subiendo a rematar los córners, pero apenas lograron tener oportunidades claras de verdad. Sí sensación de que algo podía pasar. Los tiros de Chukwueze o Fer Niño se marcharon alto y el suspense final fue esperar si una acción de Kounde había sido mano, con el partido acabado. No era penalti y el Barça sigue en estado de gracia.
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