Ángel María Villar votó a Blatter y a Platini en las respectivas elecciones a la FIFA y a la UEFA. Es amigo de sus amigos y padre de Gorka Villar Bollaín, abogado especialista en Derecho del Deporte que empieza a cobrar un protagonismo que, posiblemente, no merece. Pero, claro, es el director general de la Conmebol (Confederación Suramericana de Fútbol), uno de los focos más infectados por el escándalo que ha provocado la dimisión de Blatter, e hijo de quien ostenta sendos cargos de vicepresidente tanto en FIFA como en UEFA.

Las relaciones de Villar padre con el fútbol iberoamericano son tan estrechas como las que mantiene con el fútbol nacional. Su influencia al otro lado del Atlántico ha sido aprovechada en numerosas ocasiones por Blatter y es probable que de ella se ha yaservido su hijo Gorka para ser nombrado el 13 de diciembre de 2014 director general de la citada CONMEBOL. O tal vez el empleo sobreviniera por las relaciones que estableció antes de asesorar a varias federaciones nacionales iberoamericanas.

En 2012, Gorka defendió ante el Comité de Apelación de la FIFA a la ANFP (Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile) para rebajar la sanción de cinco partidos impuesta al seleccionador chileno Claudio Borghi. Un año antes se unió a la defensa del ciclista Alberto Contador ante el TAS (Tribunal de Arbitraje del Deporte). Demuestra así su versatilidad y conocimientos en el farragoso mundo de los tribunales deportivos.

En otra ocasión, representó a su padre al cursar denuncia ante los tribunales ordinarios. La Circular 36 que contiene el Código Electoral Modelo FIFA prohíbe a sus miembros recurrir a los tribunales de Justicia para solventar temas deportivos... Aquello es agua pasada, aunque recurrente, sin embargo, cada día surgen nuevas pruebas que incriminan a más personajes del fabuloso «mundo FIFA», y la Conmebol, al aparecer en el ojo del huracán, ha metido a Gorka Villar en el avispero.