Iniesta pone el campo

Cuando a Ginés Meléndez le dijeron que viera a un chico de Fuentealbilla no imaginaba todo lo que vendría después. «Me lo trajo un maestro. Me dijo que había un chico que jugaba de maravilla. Le dije que lo trajera y ya se quedó con nosotros. Ya se veía que, si no le pasaba nada, iba a ser algo grande», dice. Ginés era entonces el director de la cantera del Albacete y no tardó mucho en darse cuenta de que aquel chico tenía algo. «Era totalmente diferente a los demás. Los niños a esa edad se caen, ''chupan'' mucho, no ven al compañero. Pero él, con 11 o 12 años ya hacía las mismas cosas que ahora. Pasaba con el interior, con el exterior, hacía de todo», recuerda Ginés. Andrés ya era igual de pálido e igual de tranquilo que ahora. Un futbolista distinto. Después, a Iniesta se lo llevó el Barça para educarlo en La Masía. A Meléndez lo llamó Iñaki Sáez para trabajar en la Federación. Habían coincidido en Albacete. Iñaki era entrenador. Ginés, su segundo. «Siempre me recuerda que, cuando entrenábamos al Albacete, un día le vimos en el campo de al lado y dije: ''Ese pequeño va a salir futbolista''. Por su forma de tratar la pelota, de conducirla, se veía que iba a ser un grande», afirma Sáez. «Es capaz de eludir al rival en cualquier sitio. Todos los jugadores tienen un pasillo de seguridad donde se sienten más cómodos. Para él, ese rincón es todo el campo», añade.

Iniesta regresa hoy a Albacete, pero hace tiempo que dejó de ser un niño de doce años. Va camino de los 30 y con más razón que nunca puede decir que vuelve a su casa. Porque él es el máximo accionista del equipo de casa. Invirtió 420.000 euros en la última ampliación de capital y el pasado verano adelantó los 240.000 que necesitaba la entidad para pagar a sus futbolistas y evitar el descenso a Tercera División. Regresa por primera vez como campeón del mundo al campo donde se estrenó como internacional el 27 de mayo de 2006. Era un amistoso camino del Mundial de Alemania y España empató a cero con Rusia. Iniesta entró en el segundo tiempo sustituyendo a Cesc. «Lo recuerdo como uno de los días más felices de mi vida, fue una casualidad que con todos los sitios que hay para debutar me tocara en Albacete», confiesa. Con «La Roja» sólo volvió una vez, en 2008, después de ganar la Eurocopa, para jugar contra Armenia.

«Soy muy feliz, hago lo que me gusta, me rodeo de gente que me quiere, que me respeta, y no puedo tener quejas sobre mi vida», asegura Iniesta. Y Sergio Ramos lo confirma. «Para nosotros es un privilegio tener a Iniesta en nuestro equipo. Ha marcado una época en su equipo y en la Selección y más si es alguien con la calidad humana de Andrés», dice el central del Real Madrid.

Iniesta fue la estrella en Albacete y la Federación le entregó un cuadro con la imagen de su gol en la final del Mundial de Suráfrica. «Desde que me enteré de que el partido iba a ser aquí, ha sido algo que me ha alegrado mucho. Las emociones van a ser muy fuertes, yo quiero disfrutar y que la gente disfrute, que vean un grandísimo partido y que consigamos el objetivo», afirma. A España le falta un punto para clasificarse para el Mundial. Por eso, la fiesta para Andrés acaba cuando comience el partido. «No voy a llevar el brazalete de capitán. No es un amistoso ni un partido homenaje, nos jugamos la clasificación. Debemos centrarnos en jugar bien y superar al rival», asegura el centrocampista español. «Debemos tener los cinco sentidos puestos en el partido. Para mí no hay mejor sitio para cerrar la clasificación que aquí. Va a ser muy especial», añadió. Por palabras como ésas, asegura el seleccionador, Vicente del Bosque, que Iniesta «es un hombre ejemplar dentro y fuera del campo, una figura mundial».

Alineaciones probables:

España: Casillas; Juanfran, Íñigo Martínez, Sergio Ramos, Monreal; Busquets, Xavi, Iniesta; Navas, Pedro y Negredo.

Georgia: Loria; Lobjanidze, Khubutia, Kvirkvelia, Kashia; Ebralidze, Dzaria, Kobakhidze, Jmaladze, Grigalashvili; y Dvalishvili.

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Árbitro: Florian Meyer (ALE).

Estadio: Carlos Belmonte.

Hora: 21.00, Telecinco.