Cargando...

Liga de Campeones

Inter - Barcelona: Flick recurre a Cruyff en busca de la final de la Champions

Tras el 3-3 de la ida en Montjuïc, el entrenador del Barcelona, que recupera a Lewandowski, anima a sus futbolistas a divertirse ante el Inter de Milán en la vuelta de semifinales de la Champions

Flick habla al equipo en el último entrenamiento del Barcelona antes de enfrentarse al Inter DANIEL DAL ZENNAROEFE

En el Barcelona todos los caminos suelen conducir a Johan Cruyff, el genio que marcó al club primero como jugador y especialmente después como técnico. Con el holandés en el banquillo ganó el equipo azulgrana por primera vez la Copa de Europa en 1992, después de la desgracia sufrida en las dos finales anteriores que habían disputado: los penaltis contra el Steaua en Sevilla en 1986 (el Barça no marcó ni uno en la tanda) y el partido conocido como el de los postes, el 3-2 contra el Benfica, con tres balones de los catalanes estrellados en la madera, en Berna en 1961. Cruyff rompió la maldición ante la Sampdoria en Wembley y se hizo famosa la frase que dijo a sus futbolistas ante un partido de tanta tensión: «Salid y disfrutad».

Para los jóvenes del Barça, una fiesta

El desarrollo de esa idea era que no sabían si iban a poder jugar un encuentro así otra vez, por tanto no pasarlo bien tenía un punto de absurdo. Desde ese momento, el Barcelona ha estado en ese gran encuentro cinco veces más, por tanto son ocho finales en total. La novena está a un triunfo, el que buscará esta noche en el Giuseppe Meazza ante el Inter. Cerca, pero difícil al mismo tiempo tras el 3-3 de la ida hace apenas seis días, aunque como los goles fuera de casa ya no valen doble en caso de empate, esta sí es una final antes de la final. Y Dani Olmo asegura que con un equipo lleno de adolescentes o veinteañeros, muchos de esos jóvenes se lo están tomando «casi como una fiesta». «No le dan tanta importancia, pero ahí estamos los veteranos para encaminarlos», dice el mediapunta, que sí se ha visto ya en batallas así, antes de que Flick recurra a Cruyff, siempre Cruyff: «¿Crees que tengo que meter más presión?», responde el técnico. «Tienen que disfrutar del partido y enseñar lo bien que podemos jugar», añade.

Los problemas a balón parado

El duelo de ida no sirvió para dar ventaja a nadie, pero sí lo hizo para tomar nota de algunos aspectos y también condiciona la vuelta en un sentido: para el Inter, Lautaro Martínez, que se lesionó, será duda hasta última hora, y el Barcelona perdió a Koundé. Tendrán que comparecer en Milán los chicos de Flick con una defensa que no es la habitual y que incluso podría estar formada por cuatro centrales: Eric (o Héctor Fort) será el lateral derecho, puede que Iñigo Martínez acabe escorado a la izquierda (o Gerard Martín, que está cumpliendo tras la baja de Balde) y Araujo y Cubarsí en su lugar en el medio de la zaga. Si el Inter descubrió lo peligroso que puede ser Lamine Yamal, el Barça sufrió el poderío ofensivo de su rival a balón parado. Solo sacó dos córners el conjunto de Inzaghi, y los dos terminaron en gol. También le marcó recientemente el Madrid en un saque de esquina en la final de Copa, y el Betis en Liga. Pero es que además el Inter logró tres tantos con solo tres remates a puerta (siete en total) y con un 28 por ciento de posesión, dando la sensación en un tramo de la segunda parte de mucho peligro a la contra. El Barça consiguió sus tres dianas con 10 intentos totales y siete a portería, aunque ahora recupera a Lewandowski.

La pequeña ventaja que tiene el Inter es que el duelo se juega en su campo, aunque el Barcelona suele tener un despliegue similar como local y como visitante. Ha perdido siete partidos este curso. En la Champions dos han sido fuera de casa, pero ambos con asterisco, ya que en Mónaco (2-1) estuvo condicionado por la pronta expulsión de Eric y la vuelta de cuartos contra el Dortmund (3-1) estaba marcado por el 4-0 de la ida. En Liga son dos derrotas a domicilio, una clara en Pamplona y otra en San Sebastián sin llegar a chutar a portería; y tres en casa por la mínima ante el Leganés, Las Palmas y el Atlético. Cuatro de esos pinchazos se condensaron en los meses de noviembre y diciembre, en los que el equipo barcelonista pasó un bache ya olvidado, del que logró recuperarse. «Hemos ganado en el Bernabéu, el Metropolitano, el Signal Iduna Park... No nos preocupa jugar en un estadio así, al contrario, nos motiva», afirma Dani Olmo.