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Fútbol

Lamine Yamal, en medio de la polémica, busca una cámara en el entrenamiento del Barcelona y hace este gesto

El joven delantero del Barcelona ha sido muy preciso con lo que ha hecho durante una sesión con su equipo

Lamine Yamal, otra vez en el centro de la polémica ASSOCIATED PRESSAP

Lamine Yamal sale de una polémica y se mete en otra a una rapidez que podría empezar a pensarse que es preocupante. El delantero, tras su fiesta de cumpleaños, de la que no se deja de hablar, volvió a centrar la atención mediática durante el último entrenamiento del equipo blaugrana al realizar un gesto muy comentado relacionado con la polémica de las muñecas vendadas. En la mañana de la sesión en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, Yamal apareció con la muñeca vendada, práctica que se ha ido normalizando en la plantilla culé en los últimos tiempos, y al detectar la presencia de las cámaras, se señaló de manera explícita el vendaje, acompañando el gesto con una sonrisa. El acto, de nuevo, fue interpretado como una respuesta irónica a las especulaciones y debates recientes sobre la tendencia de vendajes en las manos entre los futbolistas del Barça. Una polémica que se había apagado, superada por su fiesta.

Polémica por los vendajes

La costumbre de que jugadores del primer equipo luzcan vendajes en la mano o la muñeca ha estado en el centro de la conversación pública, especialmente desde que, además de Yamal, han sido varios futbolistas quienes han mostrado este tipo de protección en partidos y entrenamientos. Aunque en principio se considera una práctica habitual para prevenir lesiones o proteger antiguas dolencias, en los últimos meses el vendaje fue objeto de numerosas interpretaciones: algunos lo achacan a rituales supersticiosos, otros al seguimiento de modas entre futbolistas internacionales y una parte de los aficionados, incluso, llegó a preguntarse si escondía alguna razón más allá de lo meramente deportivo. Los propios jugadores, cuando han sido interpelados abiertamente, han intentado restar importancia al asunto, subrayando que se trata de preferencias personales o de costumbre, y negando cualquier trasfondo problemático detrás del vendaje generalizado en la plantilla.

Este gesto de Lamine Yamal señalándose la muñeca, llega en medio de otro asunto polémico que ha salpicado la imagen pública del futbolista. Su reciente fiesta de cumpleaños, celebrada para conmemorar su mayoría de edad, terminó generando una intensa controversia mediática y social. Durante la celebración, se empleó a personas con enanismo como parte de los espectáculos de animación, lo que motivó una reacción inmediata de la Asociación de Personas con Acondroplasia y otras Displasias Esqueléticas (ADEE). La ADEE calificó la contratación como una práctica discriminatoria, sosteniendo que este tipo de eventos perpetúan estereotipos y vulneran la dignidad de las personas con discapacidad, y anunció su intención de llevar el caso ante la justicia. Por su parte, el Ministerio de Derechos Sociales solicitó investigar si la fiesta pudo haber contravenido la ley de Discapacidad, que prohíbe expresamente los espectáculos que menoscaben o ridiculicen a personas con discapacidad, recordando que el Gobierno acaba de aprobar una reforma que endurece las sanciones ante este tipo de infracciones.

En paralelo a la denuncia, algunos de los propios participantes que intervinieron en la fiesta de Lamine Yamal han salido al paso para matizar la polémica y defender su derecho a decidir sobre su trabajo y su propio modo de vida. Manifestaron haber sido tratados con respeto y sentirse orgullosos de haber formado parte del evento, recalcando que la verdadera inclusión supone permitirles participar en igualdad de condiciones y decidir libremente sobre su profesión, sin recibir juicios externos o ser instrumentalizados por polémicas ajenas.