¿Por qué todos los coreanos son chinos?

El Mundial puede servir para que superemos algunos prejuicios y aprendamos algunas cosas, aunque sean inútiles

He visto algún capítulo de alguna serie simplemente porque todo el mundo hablaba de eso. Ya tengo suficientes problemas en mi vida social porque no me gusta el café (no es fácil, eh, ese momento en el que todo el mundo pide un café distinto y tú preguntas si tienen colacao. No es fácil si tienes más de siete años), así que he decidido no faltar a una conversación sobre series. Nunca reconoceré que abandoné Juego de Tronos, que no he visto Perdidos y que siempre tengo pendiente Los Soprano. Puedo manejarme bien con lo que he leído sobre ellas; al igual que puedo hablar de Eurovisión sin haberlo visto en años. Con un par de nociones básicas, vas tirando.

O eso creo. En realidad puede que sea como la gente que habla de fútbol para iniciar una conversación e integrarse. Van tirando y de repente dicen el Bilbao cuando se refieren al Athletic.

Uno cree que puede disimular su desconocimiento, pero resulta mucho más complicado de lo que parece. Uno de los planes de este Mundial es conseguir averiguar quién fue el primero o la primera que dio la alineación de Arabia Saudí y que luego hemos copiado todos. Porque tiene que haber un creador, alguien que de verdad se conoce el equipo titular de, por ejemplo, Irán o que es lo suficientemente valiente como para inventárselo, lo publica en Internet antes que nadie y detrás vamos todos para hacer las páginas de los especiales que sacan los periódicos antes de los Mundiales. Hay una serie de objetivos en esas páginas: el básico es que los equipos estén formados por once futbolistas (es decir que, en su momento, Mauro y Silva no fuesen dos futbolistas), y el más ambicioso es que el ochenta por ciento del equipo titular que escribimos que va a ser titular, sea de verdad titular.

Porque no pasa nada si no sabes que Mauro Silva fue un fantástico centrocampista brasileño, pero eres centro del escarnio público y nos vamos a meter con toda tu educación ESO si se te escapa que de Ortega y Gasset el bueno era Gasset, como siempre ocurre con los segundos entrenadores. El bueno era Cappa y no Valdano; el que sabía era Bettoni y no Zidane y cosas así. Antes me cansaba de explicar a los que no saben ciclismo que el ir primero del pelotón no significaba (era justo lo contrario) que fuese a ganar la etapa. Pero claro, luego tenías que explicar que el que había ganado la etapa no era el primero en la general y todo se hacía muy largo.

Eso con lo que sabes. Luego está lo que no sabes. Si tu hijo te pregunta por qué España se escribe ESP e Irán, en cambio IRN, que le falta la A y está mal, tú intentas decirle que se fije en el partido, a ver se si va a perder el único esprint que va a dar Iniesta en este Mundial, mientras intentas buscar en Wikipedia la solución a su pregunta.

Una cosa más que se aprende gracias al fútbol. Acabará el Mundial y sabremos eso y la alineación de Irán, la de Arabia Saudí y puede que hasta que durante un tiempo (es decir, a mitad de julio) seamos conscientes de que hay habitantes y futbolistas en países como Japón o Corea del Sur, que jugó ayer, que no son chinos. Intentémoslo.