Selección
El liderazgo compartido de España
Busquets es la referencia para los jóvenes en un grupo que se forma alrededor del seleccionador
El Mundial de Qatar empezó el lunes para la selección española. Una breve concentración en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas que se acabó el martes y que sirvió para tomar conciencia de que los clubes han quedado atrás, con sus alegrías y con sus frustraciones, para luchar por la ilusión única de ser campeón del mundo. Una sensación que solo conoce en el grupo Sergio Busquets, el capitán de España y la referencia en el vestuario y en el campo.
Aunque el capitán de la Roja descarga esa responsabilidad en el seleccionador. «Es el verdadero líder de esta selección. Es el que conoce a cada uno y sabe lo que puede aportar, el que prepara los partidos, el que nos convence de la idea de juego y sus porqués, con hechos y explicaciones. Estamos a muerte con él», explica Busi en una entrevista con la revista «Panenka».
«Intento dar consejos, ya lo hice en la pasada Eurocopa. No empezamos de la mejor manera y traté de aportar mi granito de arena: explicar situaciones, tranquilizar a los compañeros», añadía en la misma entrevista. Busquets reconoce su función como hermano mayor en un grupo de internacionales que debuta en su mayoría en una Copa del Mundo.
Solo seis jugadores tienen experiencia mundialista. Una reducida lista que encabeza Busquets, con Jordi Alba, Azpilicueta, Carvajal, Koke y Asensio. Dos jugadores del Barça, dos del Madrid, uno del Atlético y uno del Chelsea. Aunque muchos de los 26 convocados ya participaron en la Eurocopa que se celebró en 2021.
Por eso, entre otras cosas, es fundamental la presencia de Busquets, que heredó el brazalete de capitán de Sergio Ramos sin tiempo para asumir la transición. El suyo es un liderazgo diferente, un liderazgo silencioso, pero efectivo, como se demostró con el recibimiento que le dieron sus compañeros cuando regresó a la concentración para disputar la pasada Eurocopa después de haber tenido que apartarse durante unos días después de dar positivo por covid.
«Mi objetivo es convencer a Busi para que juegue un Mundial más y no lo digo de broma», aseguraba Luis Enrique al anunciar la lista de convocados para el Mundial. «Si el escenario de partido es el que queremos, estamos en campo contrario, tenemos más el balón que rival, es el número uno. Si jugamos en largo, nos alargamos y nos partimos, Busi no es el mejor pivote, pero no veo en el panorama mundial a ninguno mejor que él para jugar a lo que queremos jugar», añadía el seleccionador.
Busquets llega en perfectas condiciones a esta concentración con España. Sin problemas de salud como sucedió en la Eurocopa o como otros compañeros.
Los nueve días entre el inicio de la concentración y el debut sirven al seleccionador para conocer el estado físico real de algunos de sus jugadores llamados a ser importantes. De futbolistas como Morata, que no jugó el partido de Copa del Atlético contra el Almazán por unas molestias en la cadera y que ya es uno más en el grupo. El delantero rojiblanco es el único «9» puro de la convocatoria, el único especialista para el gol que tiene Luis Enrique. O de Hugo Guillamón, que ha estado entrenándose aparte estos días. O de Gayá, que ha tenido que marcharse para que entre Balde.
Otra opción para la delantera es Ansu Fati, la última duda que tuvo el seleccionador antes de anunciar la lista definitiva de convocados para el Mundial. Los días antes del debut ante la Costa Rica de Keylor Navas deben servir para conocer el verdadero estado de salud del delantero del Barcelona, el hombre que parecía destinado a encabezar a la nueva generación de la Roja y al que las lesiones se lo han impedido.
Luis Enrique lo hizo debutar como internacional cuando aún no había cumplido los 18 años, pero después de casi dos cursos parado, apenas ha podido disputar cuatro partidos con la selección absoluta. El modo en que celebró con buena parte de su familia el anuncio de su inclusión en la convocatoria es revelador de la mentalidad con la que llega al campeonato.
Ansu demostró su nivel contra Jordania en el único amistoso que la selección tiene tiempo de disputar antes de estrenarse en el Mundial contra Costa Rica el próximo miércoles 23 de noviembre. El seleccionador ya anunció que ese amistoso no serviría de guía para conocer sus planes para el Mundial. «Jugarán aquellos que más minutos necesiten», aseguró.
Futbolistas como Ansu, que llega sin demasiada continuidad en el Barcelona y al que tiene que medir ante del comienzo de la Copa del Mundo. O como Asensio, que tampoco ha acabado de asentarse esta temporada en el Real Madrid, aunque su destinó cambió después de la última convocatoria de la selección. Fue de los más alabados por el seleccionador tras el amistoso.
Antes de la llamada de Luis Enrique en septiembre solo había jugado 47 minutos entre todas las competiciones, 11 en Liga y 36 en Liga de Campeones. Desde entonces ha participado en todos los partidos del Real Madrid excepto en el último de Liga contra el Cádiz en el Bernabéu.
La selección se enfrenta ahora al Mundial más extraño que se recuerda. Un campeonato que divide la temporada en lugar de cerrarla y ante el que nadie tiene muy claro cómo van a responder futbolistas y selecciones.
La ilusión de Jordi Alba
«Tenía el sueño de ser futbolista profesional, pero para nada me hubiera imaginado disputar un Mundial, y menos ya el tercero. Muy contento. Ojalá que salga bien. Me falta el Mundial como trofeo y ojalá pueda ser este año», asegura Jordi Alba en unas declaraciones difundidas por su agencia de representación.
«Estoy muy contento porque no es fácil, voy a disputar mi tercer mundial. Hay muy buena selección, hay gente veterana, gente joven. Y seguro que va a ir bien», dice el lateral izquierdo, que después de un comienzo difícil con Luis Enrique se encuentra más cómodo en la selección que en el Barcelona. Uno de los fijos del seleccionador.
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