Fútbol
Nápoles - Real Madrid (2-3): El Real Madrid luce armamento en Champions
El Real Madrid ganó en Nápoles en un emocionante partido. Vini y dos golazos de Bellingham y Valverde dieron la victoria
Los partidos grandes de la Champions suelen cumplir con lo que prometen. Lo hizo el Nápoles-Real Madrid, donde el equipo de Ancelotti tuvo que sacar sus mejores armas para demostrar a Europa que está construido para competir de verdad. Se está encontrando el Real Madrid tras el tropezón contra el Atlético y tiene buena pinta, carácter y muchas soluciones. También problemas, como los balones aéreos, pero sus recursos son tan grandes que para doblarle hay que esperar a que se le cruce el día. Y en Nápoles, en el encuentro más complicado de la Champions, no ocurrió. Estuvo cerca el campeón de Italia, pero cada vez que lo veía se llevaba un sopetón. O bien de Vini o bien de Bellingham o finalmente el puñetazo, el trallón, el cañonazo, que cada generación lo llama de un modo, de Fede Valverde. Le llegó la pelota al borde del área y cuando nos quisimos dar cuenta de qué pasaba, la pelota, como un rayo, ya estaba dentro de la portería rival, tras golpear en un defenso. Fue un visto-no visto y gol. Solucionó así el partido y aplana el camino hacia los octavos del Real Madrid.
Fede Valverde solucionó con su bombazo una segunda parte que no fue sencilla para el Real Madrid. Un penalti en contra le hizo perder el sentido y olvidar todo lo bueno que había hecho antes. Los penaltis por manos de estos tiempos trastocan todo. El árbitro no lo vio, le llamó el VAR y tardó mucho en decidir. Fue el empate a dos.
Ese gol dio una gasolina al Nápoles que hasta entonces había estado por debajo del Madrid de Bellingham. Entre Rüdiger atrás y que Modric aportó luz, soportó el Madrid esos minutos del segundo tiempo.
Antes, todo fue Bellingham. El futbolista inglés está consiguiendo que se nos vayan de la mano las comparaciones. Por ejemplo, esta vez, con Ronaldo Nazario. No fue su famoso gol en Compostela, pero no le anduvo muy lejos, por potencia y recorrido. Cogió el balón en el centro del campo y cuando lo soltó fue para meterlo, ya en el área, dentro de la portería. Metió su octavo gol de la temporada y anda ya todo el mundo con la sensación que quizá esta racha no vaya a acabar nunca. A ver , todo el mundo piensa que sí, que no es normal, que en algún momento, pero, visto lo visto, quién sabe.
Hizo el segundo gol, esa carrera de zancada larga, pero de futbolista pequeño habilidoso, pero antes ya había dado el primero, el del empate, presionando la salida de balón del Nápoles. No estuvo nada fina la defensa local en esa jugada, un pase horizontal que no llegó a su lugar, porque de nuevo Bellingham adelantó su zancada, se llevó la pelota y se la dio a Vinicius para que el brasileño la cruzara.
Vini se perfiló para mandar la pelota justo al sitio donde quería porque ya sabemos que ahora es un goleador consumado que no echa de menos a Benzema, el que era su pareja, porque Bellingham se ha convertido en su socio. En el socio de todos, la verdad, porque también ha demostrado que se coordina con Joselu y con quien sea. Pocas veces o ninguna se ha visto a un futbolista adaptarse tan bien al lugar al que llega como nuevo. No extraña, no duda, apeenas se equivoca Jude. El mejor fichaje de toda Europa.
Tuvo que remontar el Madrid porque, cómo no, permitió que el Nápoles se adelantase con un remate de cabeza. No estuvo nada fino Kepa en la salida, con un puño al aire, sin golpear nada y permitiendo el remate rival. La pelota fue hacia Ostigard y éste, también de cabeza, hizo el primero. Luego Kepa sí que apareció para hacer buenas y decisivas paradas.
Pero el Real Madrid, tras el tanto en contra. mostró que cree en lo que hace y que lo hace muy bien. Tiene pinta de que Ancelotti ya ha encontrado el equipo que quiere (es decir, el equipo principal, para las citas cruciales, como era la del estadio que lleva el nombre de Maradona). Camavinga fue lateral izquierda y Kroos titular (Ancelotti le quitó después por Modric). Jugó Rodrygo en vez de Joselu, una posición que va a bailar. Se gusta el Madrid con esos hombres y con un dibujo donde Bellingham defiende pegado a la banda y luego juega a lo grande desde la media punta.
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