Polémica
Pedrerol apunta contra Carlo Ancelotti, en el Real Madrid, con dos mensajes definitivos
El presentador de El Chiringuito no se ha cortado a la hora de hablar del papel del entrenador blanco
El Real Madrid sufrió una derrota comprometida ante el Real Betis en el Estadio Benito Villamarín (2-1). Un resultado que, sin ser definitivo, deja señales preocupantes en la lucha por LaLiga. El equipo de Carlo Ancelotti ofreció dos versiones dentro del mismo partido: una inicial, ambiciosa y con intención de imponer condiciones, y otra posterior, imprecisa, desconectada y dominada por el rival.
El Madrid comenzó con autoridad. Brahim Díaz adelantó a su equipo en el minuto 10, finalizando con calidad una jugada bien construida entre Mbappé y Mendy. La ventaja parecía abrir un escenario favorable para los visitantes, pero el equipo se diluyó con el paso de los minutos. Su control del partido se sostuvo sobre bases frágiles: una presión que no se ejecutaba con continuidad y una circulación de balón cada vez más errática.
El Betis, al margen del gol en contra, entendió que podía competir el partido. Su respuesta llegó en el minuto 34 con un cabezazo de Johnny Cardoso tras un córner bien ejecutado por Isco. Con ese gol, el equipo de Manuel Pellegrini no solo empató, sino que tomó el control del encuentro. La sensación era clara: el Madrid había perdido su capacidad de imponer condiciones.
En la segunda mitad, el Betis confirmó esa tendencia. Su mejor fútbol lo tradujo en el 2-1, un penalti convertido por Isco en el minuto 54. El exmadridista jugó con inteligencia, manejando los tiempos y asumiendo la responsabilidad con naturalidad.
Ancelotti, con su habitual mesura, reconoció los problemas del equipo."El Real Madrid sufrió una derrota comprometida ante el Real Betis en el Estadio Benito Villamarín (2-1). Un resultado que, sin ser definitivo, deja señales preocupantes en la lucha por LaLiga. El equipo de Carlo Ancelotti ofreció dos versiones dentro del mismo partido: una inicial, ambiciosa y con intención de imponer condiciones, y otra posterior, imprecisa, desconectada y dominada por el rival.
El Madrid comenzó con autoridad. Brahim Díaz adelantó a su equipo en el minuto 10, finalizando con calidad una jugada bien construida entre Mbappé y Mendy. La ventaja parecía abrir un escenario favorable para los visitantes, pero el equipo se diluyó con el paso de los minutos. Su control del partido se sostuvo sobre bases frágiles: una presión que no se ejecutaba con continuidad y una circulación de balón cada vez más errática.
El Betis, al margen del gol en contra, entendió que podía competir el partido. Su respuesta llegó en el minuto 34 con un cabezazo de Johnny Cardoso tras un córner bien ejecutado por Isco. Con ese gol, el equipo de Manuel Pellegrini no solo empató, sino que tomó el control del encuentro. La sensación era clara: el Madrid había perdido su capacidad de imponer condiciones.
En la segunda mitad, el Betis confirmó esa tendencia. Su mejor fútbol lo tradujo en el 2-1, un penalti convertido por Isco en el minuto 54. El exmadridista jugó con inteligencia, manejando los tiempos y asumiendo la responsabilidad con naturalidad.
Ancelotti, con su habitual mesura, reconoció los problemas del equipo. "Hemos empezado bien, pero luego hemos perdido el control. Nos ha faltado continuidad y el Betis ha jugado mejor", explicó el técnico italiano, que no esquivó una autocrítica necesaria. Destacó la cantidad de balones perdidos (27 en la primera mitad) y la irregularidad en el ritmo de juego. "Solo jugamos bien los primeros 20 minutos".
El italiano es el gran señalado. Lo ha hecho Josep Pedrerol, presentador de El Chiringuito: "Que deje a ASENCIO en el banquillo no lo entiende nadie", ha escrito y también: "Está perdiendo el Madrid y quita a Mbappe".
Esta derrota complica la lucha por el título. El Madrid se queda con 54 puntos, empatado con el Barcelona, que tiene un partido menos. El Atlético es ahora primero con dos puntos más. En el horizonte inmediato aparece la Champions League y el cruce con el Atlético de Madrid. Ancelotti no ocultó su preocupación. "Si jugamos así, el martes no ganamos. Debemos reaccionar".
El Madrid, además, notó las ausencias. Sin Bellingham, Valverde y Ceballos, el equipo perdió músculo en el centro del campo. Mbappé, lejos de su mejor versión, no encontró espacios y fue sustituido en el minuto 75 sin haber generado ocasiones de peligro. Más que el resultado, lo que inquieta en el Madrid es la imagen ofrecida: un equipo capaz de buenos momentos, pero sin continuidad. Un problema recurrente en las últimas semanas.