Pepe Mel: «El éxito es de quien logra que aquí se cobre el día 1»

Madridista de formación y vallecano de devoción, el Betis fue un amor tardío para Pepe Mel (Madrid, 28-2-1963), que goleó en verdiblanco a finales de los ochenta y cuando se marchó, bético para siempre, «tenía el presentimiento de que mi destino era entrenar a este equipo, del que soy hincha».

–Pues llegó a aparecer en alguna quiniela para entrenar al Madrid.

–Eso es el reflejo de que el trabajo en el Betis está siendo bueno, pero, por supuesto, no hay nada. Estoy donde quiero estar, en un club con el que crecemos de la mano desde hace tres años y donde espero estar mucho más.

–Su contrato termina en 2014. ¿Ya está negociando la ampliación?

–Sí. Hay una sintonía total con el presidente, al que no le voy a pedir el dinero que no me puede ofrecer. Conozco el club por dentro y sé que las limitaciones económicas se pueden compensar con la continuación de este proyecto ilusionante. Llegamos en Segunda y ahora estamos luchando por ir a Europa.

–¿Es normal que todos los equipos cuenten de antemano con perder en el Bernabéu y en el Nou Camp?

–Es tremendamente negativo para el fútbol que haya estas diferencias. En este sentido, estoy de acuerdo con Del Nido: no favorece que dos equipos partan con la seguridad de que se acercarán a los cien puntos.

–Pero hoy, con el Madrid pendiente del Borussia, el calendario les hace un guiño.

–Conozco esa casa y sé que los futbolistas del Madrid salen al Bernabéu con la obligación de ganar y de dar espectáculo. Si el partido se jugase en Sevilla, sería una ventaja el partido de la «Champions», pero en su campo son casi imbatibles.

–En la dicotomía entre los dos grandes, ¿se siente por estilo más cerca del Barcelona?

–La temporada pasada seguramente sí, pero este año las características de mis jugadores son distintas y practicamos un fútbol de contragolpe. El fútbol es de los futbolistas, que son los que te determinan siempre la forma de jugar.

–Por todo lo que le ha dado al Betis en estos tres años, ¿ha dejado de ser Pepe para convertirse en don José?

–Durante mis primeros meses aquí, por la situación de caos que se vivía, me tocó hacer más cosas de las que hubiera debido por mi cargo. ¡Hasta presenté a futbolistas! Pero desde la llegada a la presidencia de Gordillo y luego de Guillén, éste es un club estructurado en el que la única diferencia entre el trabajo del entrenador y el de otras personas es que yo tengo la suerte de estar más expuesto. Pero aquí los verdaderos artífices del éxito son los que logran que todas las nóminas se paguen el día 1 de cada mes y así nos facilitan el trabajo a todos los demás.

–Y, aunque aquí sea como mentar a la bicha, también hay quien asegura que usted es el Caparrós del Betis.

–Si lo dicen porque ambos cogimos en Segunda al equipo y logramos devolverlo a la élite con nuestro sentimiento de aficionado como argumento, estoy de acuerdo. Me halaga la comparación porque en términos de sacarle rendimiento a la plantilla, Joaquín es incuestionable.

–¿Se ha dado cuenta de que cuando al Betis le va bien al Sevilla le va mal y viceversa?

–Es así, y desde fuera es inexplicable. En toda la historia, sólo dos veces han ido a Europa el mismo año los dos equipos. Éste puede ser el tercero y eso sería una suerte inmensa para la ciudad. Ocurre también que en una ciudad tan pasional el estado de ánimo cambia según cómo ve uno al vecino. El Sevilla está a dos puntos de Europa. Si el Betis estuviese por detrás, estoy seguro de que los sevillistas verían con otros ojos la temporada que lleva su equipo.