Violencia en el fútbol
Petardos, drogas, botellazos... el Clásico de Paraguay acaba con más de 100 detenidos
El partido que enfrentaba a Cerro Porteño con Olimpia de Asunción acabó con empate a uno. La policía se incautó de petardos, bengalas y artefactos de humo
Al menos 101 personas fueron detenidas por incidentes relacionados con el superclásico del fútbol en Paraguay, que terminó este domingo con un empate 1-1 entre los clubes asuncenos Cerro Porteño y Olimpia, informó este lunes la Policía Nacional.
De esa cifra, 52 dieron positivo al test de consumo de alcohol y 30 eran trabajadores informales o "cuidacoches" con "varios antecedentes penales", indicó la institución en un comunicado en sus redes sociales.
Además, hubo personas aprehendidas por tratar de ingresar petardos al estadio, infringir normas de prevención de la violencia en el deporte y por posesión de estupefacientes, según el reporte oficial. Durante los procedimientos, también se incautaron de 50 bengalas y varios artefactos para producir humo.
El director de la Policía de Asunción, comisario Juan Agüero, declaró a la radio ABC Cardinal que los agentes "realizaron la contención" para evitar problemas en las graderías del escenario deportivo e indicó que intervinieron para evitar enfrentamientos entre las barras en las calles de Asunción, la capital paraguaya.
Uno de los episodios más comentados por los medios locales ocurrió al finalizar el partido, cuando un aficionado lanzó una botella contra el portero de Olimpia, el uruguayo Gastón Olveira, mientras era entrevistado en televisión. Olveira, que no fue alcanzado por el objeto, reaccionó insultando al agresor que, según algunos medios, era aficionado de Cerro Porteño.
El portero atajó en los minutos 76 y 77 dos penaltis, el primero anulado por invasión de área, que habían sido disparados por Jonatan Torres. El Olimpia, dirigido por Hugo Almeida, comenzó ganando el partido con un gol de Hugo Quintana en el minuto 8, que empató Ignacio Aliseda, en el 79, para el conjunto a cargo del uruguayo Jorge Bava.