Ramos mantiene la incertidumbre

Contestó que no negocia con nadie, pero se calló cuando le preguntaron si va a seguir en el Madrid

Cada palabra de Sergio Ramos es analizada por si además de lo que dice textualmente se puede descifrar qué va a suceder este verano. Si se queda o si se va; si está enfadado o tranquilo. Por eso, públicamente, el futbolista apenas abre la boca. Sin embargo, ayer,estuvo en una boda y unas cámaras de Cuatro le preguntaron cómo iban las negociaciones. El jugador del Real Madrid siguió caminando, sin muchas ganas de contestar nada, a lo suyo, que llegaba tarde, pero dijo: «No estoy negociando con nadie».

Enseguida llegó la siguente pregunta: «¿Vas a seguir en el Real Madrid?» y Sergio Ramos esbozó una pequeña sonrisa, continuó caminando, pero esta vez no contestó. Ni sí ni no. Silencio que abre las interpretaciones. Y no van a parar.

No dijo nada porque no le apetecía o porque no quería decirlo o porque no lo sabe. O porque sí lo sabe, pero cree que no es apropiado decirlo en este momento. Nadie lo tiene muy claro, ni siquiera el futbolista o el Real Madrid. Ayer también, en una entrevista, a Cristiano Ronaldo, su cómplice en el campo, le preguntaron si el central iba a acabar en el Manchester United: «No lo sé», contestó el futbolista portugués

Lo único seguro es que el club inglés ha decidido que si el Real Madrid quiere rebajar el precio de De Gea, ellos van a intentar, por su lado, rebajar al máximo el coste de fichar a Sergio Ramos. Son dos operaciones distintas, que quizá acaben juntándose o que quizá ninguna se haga. El portero tenía muy claro que iba a jugar en el Real Madrid la próxima temporada y con el club blanco ya lo tiene todo resuelto, pero el holandés Van Gaal se ha puesto muy intransigente y amenaza con hacerle aguantar un año más en Manchester, pese a que después saldría gratis. En el Madrid han decidido que no van a forzar la máquina mucho más. Si hay que esperar, pues se espera.

Pero el Manchester, con Sergio Ramos, está practicando el mismo juego. Le quiere, pero su oferta aún no demuestra ese interés. Si De Gea tiene muy claro que su futuro está lejos de Mánchester, lo de Ramos parece más un impulso, un enfado entre el futbolista y el club que aún podría solucionarse. Es un relación tocada, aunque nadie apuesta a que está rota. Además, a diferencia del portero, el central aún tiene dos años de contrato, es decir, el Real Madrid no tiene ninguna prisa por negociar ni su renovación ni su salida. El futbolista andaluz podría quedarse esta temporada en las condiciones estipuladas y el próximo verano ya se vería.

Aunque el Manchester United vuelve a entrenarse el lunes y el Real Madrid lo va a hacer a final de semana, en el Santiago Bernabéu no se van a dejar llevar por las prisas en ningún momento. Esto es muy largo y lo único seguro respecto a los movimientos de fichajes es que el verano va a ser «intenso». Lo está siendo ya cuando todavía no ha sucedido nada importante.