Fútbol

2022, un año para Hazard

El belga será importante en el Real Madrid si continúa la progresión que ha mostrado en sus últimos encuentros. Se han olvidado ya los rumores que apuntaban a una salida en enero

Eden Hazard, en un partido del Real Madrid esta temporada
Eden Hazard, en un partido del Real Madrid esta temporadaAFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

Uno de los memes que ya empieza a circular por la redes por la cercanía de la Nochevieja es un dibujo en el que un grupo de personas, en una esquina de una casa, ponen un palo de distancia entre ellos y la puerta que se abre se supone que sigilosamente. Es que está entrando 2022 y tras las últimas experiencias, evidentemente, sólo pueden ser cautos.

Nadie se atreve ya a mirar al futuro con esperanzas de normalidad o con optimismo. Bueno, casi nadie, que Hazard puede entrar en el grupo de ese casi. Debe ser la primera vez en dos años en la que el club y el mismo futbolista consideran que ha empezado una nueva racha y que se puede sacar rendimiento a su descomunal talento. Ha acabado 2021 disputando dos partidos casi completos. Contra el Cádiz estuvo hasta el final y en San Mamés jugó 86 minutos. En el primero fue el mejor jugador durante la segunda parte y contra el Athletic, junto a Benzema y sus goles, fue el más peligroso en ataque. Es como si se hubiera roto una barrera, como si, por fin, hubiese llegado el punto de inflexión que muchos habían pensado que no iba a llegar.

Sin embargo, «ha vuelto», dijo Ancelotti, pese a que el Hazard renacido tiene que hacerlo en una posición extraña, en la banda derecha, en la que se desenvuelve peor y que le obliga a moverse más para buscar otras zonas del campo. Contra el Cádiz, los mapas de calor reflejan que apenas pisó la banda, porque no es su sitio y prefiere moverse por la zona central. Contra el Athletic, quizá porque fue otro tipo de partido, con menos control de balón que contra el equipo gaditano, Hazard si uso esa banda como zona de arranque.

En los vídeos de sus mejores jugadas en el Chelsea se le ve arrancando desde muy atrás y por el centro o por la izquierda, a una velocidad supersónica, escondiendo el balón y adelantando el pie siempre un segundo antes que el rival. Eso no pasa en el Real Madrid. Cuando recibe en la zona central del ataque, va hacia atrás y busca un apoyo: le cuesta un mundo darse media vuelta y encarar, lo que siempre fue su mejor virtud. «Nunca he dudado de mis cualidades; he dudado por las lesiones. Me he roto el tobillo tres veces, y no sé si volverá a ser el mismo de hace 10 años», aseguraba este verano. Le cuesta encarar, aún.

Pues ahora no se descarta que recupere su gran peligro después de ver que, pese al paso del tiempo, las ausencias y las lesiones sigue, siendo un futbolista que desnivela en el área. Si antes se movía bien en espacios abiertos, para aprovechar su regate y esprint, pero también en espacios cerrados, porque tiene talento para encontrar resquicios; ahora está demostrando que eso último no se le ha olvidado.

Hazard no ha tenido problemas con nadie en el vestuario del Real Madrid porque cayó bien desde el principio, feliz de ser futbolista y de jugar en el Real Madrid. No ha dado un problema extradeportivo, aunque sabe que su dieta está en el punto de mira desde el primer día, también porque el reconoció que no era, en su momento, el más estricto. Él siempre se lo ha tomado a broma como aquella vez que el Rey Felipe de Bélgica le dijo que no comiera hamburguesas en una concentración de sus selección y Eden, sin perder la compostura, le contestó que después de los partidos era importante comer una.

En el Real Madrid, los compañeros ya no le veían como un competidor, pero el covid ha cambiado el paso y ya no habla de una salida en invierno. Sin Rodrygo ni Asensio, encontró los minutos que no tenía y se ha agarrado a ellos. Cuando a Ancelotti le preguntan, contesta que «va a ser un jugador importante en lo que resta de temporada». Lo dice sin mover la ceja, sin sorpresa, por tanto. Convencido, como casi nunca han estado convencidos en el Real Madrid.