Champions

Rüdiger: de fabricar el tanto de la victoria del Real Madrid ante el Bayern a "recuperar" la silla de Alaba en la celebración

Nacho y Rüdiger hicieron un buen partido defensivo y armaron la acción del gol de la victoria de Joselu

08 May 2024, Spain, Madrid: Bayern Munich's Jamal Musiala (L) gets away from Real Madrid's Antonio Rudiger during the UEFA Champions League semi-final, second leg match between Real Madrid and Bayern Munich at the Santiago Bernabeu. Photo: Isabel Infantes/PA Wire/dpa 08/05/2024 ONLY FOR USE IN SPAIN
Rüdiger se lleva el balón ante Musiala en el Real Madrid - Bayern MúnichDPA vía Europa PressEuropa Press

El Real Madrid firmó un nuevo triunfo histórico en la Champions, otra remontada en casa ante el Bayern, para meterse en otra final con unos protagonistas poco esperados. A veces parece que en estas eliminatorias da igual cómo se coloquen las fichas en el equipo español, que el resultado suele ser el mismo: el triunfo, por un camino o por el otro. Rüdiger y Nacho hicieron un buen partido defensivo, en el lado del campo que les corresponde, cerca de Lunin.

El alemán sí perdió el duelo con Davies que acabó en el golazo del Bayern y también algún cuerpeo con Kane, uno de los mejores delanteros del mundo, pero su actuación en líneas generales fue buena. No se conformaron con cumplir en su zona, sino que además decidieron en el otro área. El tanto del triunfo del Real Madrid lo marcó Joselu, otro héroe inesperado, pero si se rebobina un poco la acción, allí estaban los dos centrales para brillar fuera de su sitio. Porque Rüdiger sí marca muchos goles de cabeza en córners, pero esta vez se convirtió en un asistente de lujo, además con la pierna izquierda, la menos hábil, para poner la rosca perfecta y la fuerza necesaria para que el delantero la empujara.

El pase anterior al de Rüdiger lo dio... Nacho. El juego entre centrales en el fútbol suele ser en zona de no peligro, pero esta vez ocurrió donde más daño hace. Les gustó a los defensas lo que había pasado en los cuartos contra el City, ya que ellos marcaron dos de los penaltis de la tanda, Rüdiger además el definitivo, mientras que quien falló fue Modric, un jugador más técnico, y en el otro bando otro pelotero como Bernardo Silva.

Rüdiger fue protagonista en el césped y, como siempre, en la fiesta posterior. Primero, agarró por la pechera a Ancelotti y después, en la vuelta de honor ante una afición enloquecida, fue a buscar una silla para dársela a su compañero lesionado Alaba, y que así pudiera reeditar así la celebración viral de hace dos temporadas en la remontada ante el PSG.