Vietto, de vomitar con el profe Ortega a brillar en el Mundial

Luciano Vietto no había cumplido los 22 años cuando el Atlético de Madrid pagó 20 millones de euros por su traspaso al Villarreal. Llegaba de meter 20 goles en su primera temporada en España, entre ellos el que dio la victoria a los amarillos en el Vicente Calderón.

Imaginaba entonces su carrera de una manera diferente, sin duda en algún equipo más potente que el Al Hilal cuando aún no ha cumplido los 30. Pero algo se torció con su llegada al Atlético. En su primer entrenamiento como rojiblanco a las órdenes de Simeone y del «profe» Ortega acabó vomitando. Y nunca consiguió ganarse la confianza del Cholo. Aunque ese año marcó su único gol al Real Madrid, en el empate a uno en partido de Liga en el Calderón. Podía haber jugado también su primera final contra los madridistas, pero se quedó fuera de la convocatoria para la final de la Liga de Campeones que el Atlético perdió por penaltis en Milán.

Después llegaron las cesiones al Sevilla –con el que perdió la Supercopa de Europa contra el Real Madrid–, al Valencia y al Fulham, antes de su traspaso al Sporting de Portugal y la desembocadura en Arabia. «Lo quiero mucho, es un futbolista extraordinario que no pudo materializar todo su juego en goles en un equipo que no espera», decía Simeone antes de su cesión al Valencia.

Vietto es una de las figuras del Al Hilal y su actuación fue decisiva para que el equipo saudí eliminara a Flamengo en las semifinales. Marcó el tercer gol y provocó los penaltis de los dos anteriores, que marcó Al Dawsari, el mismo hombre que consiguió el gol de la victoria de Arabia Saudí contra Argentina en el pasado Mundial –la única derrota de los campeones del mundo–. Y comparte con el argentino su pasado en el Villarreal, aunque no llegaron a coincidir. Al Dawsari sólo perteneció al equipo amarillo media temporada y apenas jugó media hora.

El argentino jugó cedido el año pasado en el Al Shabab, pero este Mundial de Clubes devuelve a Vietto los focos que se habían apartado de él. Con 29 años todavía está a tiempo de parecerse a aquel chaval que llamó la atención en Racing de Avellaneda y que aspiraba a ganarse un puesto en la selección argentina que jugó el Mundial 2014 en Brasil.

Ahora su nombre vuelve a sonar en Argentina, donde se habla del interés de Racing y de River en repatriarlo. Contra el Real Madrid marcó dos goles y fue elegido Balón de Bronce del Mundial. En Arabia ha encontrado la confianza de Ramón Díaz y de su cuerpo técnico. Una manera de estar un poco más cerca de Argentina y de volver a ser el que se esperaba que fuera hace años.