Real Madrid

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LA JBA (James, Benzema, Asensio) sana al Madrid

El equipo de Zidane puso punto y final a su irregularidad en un partido repleto de actitud y sacrificio

El delantero francés del Real Madrid Karim Benzema celebra con sus compañeros el segundo gol ante el Eibar
El delantero francés del Real Madrid Karim Benzema celebra con sus compañeros el segundo gol ante el Eibarlarazon

El Real Madrid goleó este sábado al Eibar en Ipurúa y recuperó de forma provisional el liderato de la Liga Santander (1-4), liderado por el francés Karim Benzema.

Este Madrid es una sorpresa cada partido, pero si consigue mantener la imagen que ha dado en Eibar, tiene más posibilidades de éxito que de fracaso. Ha sido un equipo serio, competitivo todos los minutos, que no se ha roto y que ha tenido en Benzema, James y Asensio las figuras para decidir en ataque. Un partido que se presentaba complejo, por la buena temporada del conjunto vasco, por el mal estado del terreno de juego y por la propia inestabilidad blanca en estos días de invierno, el conjunto de Zidane lo ha resuelto sin contemplaciones, con una seguridad que no se veía en los últimos tiempos, cuando tenía que ir a remolque o sacar su lado épico, tan emotivo pero que esconde las carencias. No hizo falta la raza en Ipurúa, fue suficiente con el fútbol, son saber apretar al rival y plantarse en el campo contrario a jugar al fútbol. Sin Cristiano, Bale ni Morata, Benzema se encontró con otros acompañantes y el once se lleno de jugadores que quieren el balón. Asensio y James hicieron de centrocampistas y delanteros, mientras Lucas Vázquez hizo su trabajo de siempre. Detrás de estos tres, Casemiro y Modric marcaban el ritmo. Casemiro a lo suyo y Modric dando soluciones a cualquier problema. Buen partido del croata al que se le había visto más desenchufado en otro días. Estuvo muy ordenado el Madrid, sin perder el sentido defensivo, por eso apenas sufrió. Sólo en la segunda mitad, con el partido ya decidido, el Eibar se fue hacia delante ym marcó un gol simbólico. Al menos, dejó la imagen de un equipo que no se rinde aunque tenga todo perdido. Fue en la segunda mitad cuando dejó más huecos a su espalda, lo que hizo que el Madrid cambiara su estilo. Si antes del descanso fue dominador, después cedió campo para correr. En ambas situaciones, siempre dio la impresión de controlar el choque. Necesitaba un día así para afrontar con garantías el choque del martes contra el Nápoles (que ganó 1-2 en Roma).

Sin sus estrellas más brillantes fue el día de jugadores tan discutidos como Benzema y James y del talentoso Asensio, al que ver controlar la pelota es una delicia. Suyos fueron todas las jugadas de los cuatro tantos madridistas. En el primero, James y Asensio se inventan una jugada por la izquierda, que Benzema remata a la segunda. En el segundo, el francés remató una falta sacada por James. En el tercero, el francés se la puso al colombiano y el cuarto comienza con un pase delicioso de Benzema, para que Asensio corra, se la dé a James para que este remate al palo y el joven futbolista marque el cuarto.

Es decir, que como ya se sabía, el Madrid tiene una plantilla para hacer frente a cualquier adversidad. El Eibar quiso plantar cara y se marchó goleado con la sensación de que no pudo hacer nada más. Y eso que en la alineación inicial, sin Marcelo sin Carvajal y sin Kroos parecía que Zidane pensaba mucho en Nápoles, pese a los debates que están generando las rotaciones. El francés ya dejó claro que él va a seguir haciéndolas porque lo necesita y el partido en Ipurúa demuestra que si el equipo juega convencido, como una piña y ordenado en torno a una idea, tiene plantilla suficiente para pelear por lo que quiera. Nápoles espera, pero el Madrid ya no tiene fiebre.